tag:blogger.com,1999:blog-18125423.post6174251124494674900..comments2024-03-27T17:02:24.230+01:00Comments on Escucha de la Palabra: 30º Domingo Ordinario - AUnknownnoreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-18125423.post-82329122746006137672011-10-17T18:15:54.864+02:002011-10-17T18:15:54.864+02:00El amor es la señal distintiva del cristiano. En o...El amor es la señal distintiva del cristiano. En otras religiones a Dios se le teme, se le respeta, se le venera, pero no se le ama. Nuestro Dios es un dios personal que compartió nuestra condición humana y convivió con nosotros, que está vivo y nos habita por dentro; establece con nosotros, si queremos, un vínculo, una relación íntima y profunda, a la manera de un amigo, de un esposo, de un padre o un hermano, de un compañero de camino. Que nos conoce y nos llama por nuestro nombre, que se hace el encontradizo y nos invita a ser uno con Él; que nos sostiene, guía, alienta y acompaña por el camino de la vida, y nos cura, nos guarda y nos protege.<br /><br />El amor al prójimo no es ninguna tarea fastidiosa añadida. Si así fuera superaría con mucho nuestras fuerzas. El amor al prójimo, al cercano que nos inquieta y descoloca, que saca a flote lo que menos nos gusta de nosotros mismos, que nos interpela y cuestiona continuamente, ese amor nace de raíz del que tenemos a Dios, como una consecuencia o un fruto maduro. De la relación personal con el Señor brota en nosotros un corazón nuevo, que ve en el otro algo de Él que trasciende todos sus defectos y mediocridades que tanto nos molestan. Un corazón impermeable a la envidia, el rencor o el desaliento. Entonces podemos amar como Dios nos ama. Quien ama a su prójimo no le hace daño, ni de pensamiento, ni de palabra, ni de obra; le perdona siempre, todo y del todo, y de mil y una maneras procura y busca su bien.<br /><br />Merece la pena gastar toda una vida empeñada en la noble tarea de amar a Dios y al prójimo. No se nos pide ni más ni menos, y el premio de un corazón lleno de vida, joven y vigoroso, por muchos años que acumule, será nuestro aquí y ahora.Maitenoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-18125423.post-78809577961087916652011-10-16T18:52:07.519+02:002011-10-16T18:52:07.519+02:00DIOS Y EL PRÓJIMO
Los preceptos a que estaba suj...DIOS Y EL PRÓJIMO <br /><br />Los preceptos a que estaba sujeto el creyente judío en tiempos de Jesús eran muy numerosos -según la tradición sinagogal eran 613 mandamientos positivos, 365 prohibiciones y 248 prescripciones-. No sorprende, por ello, que algunos se preguntasen si era posible reducirlos todos a unos cuantos preceptos fundamentales y establecer una jerarquía de importancia entre los mismos. Frente a éstos estaba el grupo de quienes defendían que todos los preceptos tenían la misma importancia -“Que el mandamiento leve te sea tan querido como el mandamiento grave” decía un comentario al Deuteronomio.<br />La respuesta de Jesús no contiene nada nuevo, pues ambos preceptos estaban ya recogidos en el Antiguo Testamento. Lo sorprendente es la unión de los dos. A Jesús le preguntan por el primero y más importante y él responde con el primero y el segundo y, además, añade que ambos son semejantes. De esta manera viene a decir que sólo se puede amar a Dios amando al prójimo y sólo se puede amar al prójimo con el amor de Dios. Son dos amores que siempre han de ir unidos o, de lo contrario, quedan adulterados.<br />Es así como Jesús establece el fundamento de la ética cristiana: la vida religiosa, centrada en el amor a Dios, y la vida social, centrada en el amor al prójimo, constituyen un único fundamento y vienen a ser como las dos caras de una moneda: si falta una -cualquiera de ellas- es falsa. Los rabinos conocían estos preceptos, pero no los relacionaban. Incluso hacían inútil el precepto de amor al prójimo porque no consideraban prójimo a todo ser humano: el pagano, el pecador, el publicano... no era prójimo ni había obligación de amarlo como a uno mismo. En el pensamiento de Jesús el amor es uno solo y ha de ser total: ha de movilizar a toda la persona. Como el sol cuando sale -que ilumina por igual a todos los seres-, así ha de ser el hombre y la mujer que aman.<br />Pero no es esto lo habitual entre nosotros, sino que, al contrario, a veces tenemos la sensación de que una sombra de egoísmo y desamor estuviera apoderándose de muchos corazones: padres que denuncian a sus hijos por malos tratos, niños que crecen sin amor, ancianos abandonados por su familia; mujeres maltratadas, violencia en las calles... Es como si el ser humano estuviera perdiendo su esencia más profunda, su valor más noble y auténtico. Tal vez esto no sea más que el triste resultado de las doctrinas que décadas atrás algunos predicaron sin medir sus consecuencias. Y es que la negación Dios a la larga conduce a la negación del hombre como la negación del padre lleva tarde o temprano a la negación de los hermanos. Primero talamos los bosques y luego nos quejamos del desierto. Es de sabios rectificar. Pero está por ver que el hombre de hoy, que se siente orgulloso de ser científico y de conocer los secretos del universo, sea además un hombre sabio, conocedor de los secretos de su propio corazón.Paco Echevarríanoreply@blogger.com