4º Domingo de Cuaresma-B

jueves, 8 de marzo de 2012

18 MARZO 2012
4º DOM. CUARESMA-B


JUAN 3,14-21. Nicodemo, el invitado nocturno
4º DOM- CUARESMA-B

5 comentarios:

Paco Echevarría at: 10 marzo, 2012 13:27 dijo...

NACER DE NUEVO (Jn 3,14-21)

Cuenta san Juan en su evangelio que un fariseo notable se entrevistó con Jesús en la noche y estuvieron hablando larga y profundamente de religión. Parece que el punto central fue la necesidad de una renovación radical de las personas y de las instituciones. Para referirse a ello Jesús utilizó la metáfora del nuevo nacimiento. Es una buena imagen para expresar que el cambio, si es profundo, para consolidarse necesita un cambio de las formas -¡Odres nuevos para el vino nuevo!-; aunque la cosa no funciona al revés pues, no pocas veces un cambio en la superficie sólo es una maniobra para distraer la atención de la gente y no cambiar en las profundidades.

¡Cambiemos algo -piensan algunos- para que todo siga igual! ¡Hagamos como que todo ha cambiado para que la gente viva con la ilusión de que las cosas van mejor! No era Jesús de éstos, no era hombre de medias tintas, de imprecisiones y ambigüedades. Le gustaba ir derecho al grano y plantear las cosas abiertamente. Por eso insistía en que el sí era sí y el no, no. No tenía el doble lenguaje con el que tantas veces tropezamos en el curso de la vida.

Ese buscar el fondo, ir derecho al asunto y plantear las cosas abiertamente le acarreó no pocos problemas. Pero esta postura ante la vida y los otros no es el descaro, la intolerancia y el fanatismo del que se siente dueño absoluto de la verdad, sino la manifestación de un convencimiento que se arraiga en los valores que animan su vida. En el diálogo con Nicodemo al que nos estamos refiriendo aparecen palabras como amor, entrega, vida, luz y verdad. Esos son sus valores. Su contrapunto es el egoísmo, la ambición, la muerte y la mentira.
Hoy los jóvenes, para el duro viaje de la vida, necesitan un buen equipaje de valores. De lo contrario, la sensación del vacío será tan fuerte que se entregarán al vértigo -para tener la ilusión de vivir más porque viven más deprisa- y buscarán la saturación de los sentidos -que no les traerá más felicidad sino embotamiento de la sensibilidad y del pensamiento-. El reto que tienen ante sí es nacer de nuevo. Sólo así tienen futuro. De lo contrario, aunque sean jóvenes, pertenecen al pasado. ¡Serán como vino nuevo en odres viejos! En cierta ocasión, Jesús miró a un joven a los ojos y le dijo: abandona todo tu pasado y sígueme. Pero el joven agachó la mirada y se alejo triste porque estaba atrapado. Sus seguridades eran su cárcel. Le invitó a nacer de nuevo, pero el miedo le heló el corazón.


Dios es un Dios de libertades. La vida es un don absolutamente gratuito e inmerecido, pero no hace violencia al hombre para que lo acepte. Éste puede cansarse hasta de la libertad y volver la espalda al único que se la puede garantizar -como le ocurrió a Israel-. Dios, no obstante, se sirve de mil instrumentos para avisar del desastre hacia el que camina el que olvida la fidelidad. Pero la obcecación puede ser muy grande y llevar al hombre a la burla y el desprecio del designio de Dios.

A pesar de todo, siempre hay un tiempo para la misericordia que saben aprovechar los hijos de la luz. Son los que comprenden que no hay que resistirse al amor, que hay que abrirse al don, aceptarlo con fe y dejar que se manifieste en nosotros. Eso es caminar hacia luz.

Por eso la vida cristiana está libre de temor: porque el amor ha desplazado todos los miedos y la turbación (1Jn 4,18).

FRANCISCO ECHEVARRÍA

Paco Pérez at: 11 marzo, 2012 13:48 dijo...
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Paco Pérez at: 11 marzo, 2012 14:09 dijo...
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Maite at: 13 marzo, 2012 18:07 dijo...

Nicodemo es un hombre relevante, con una destacada posición, y admira a Jesús. En su cabeza bullen muchas preguntas que necesitan respuesta y acude a Él. Tiene miedo de ser visto con Jesús, es muy comprometido dado el puesto que ocupa, por eso va a hablar con Él de noche. Y Jesús no le rechaza por ello, le acoge como a todos. Nicodemo es un hombre viejo, no por edad sino en mentalidad, no espera nada nuevo, ni lo imagina. Solo ve necesaria una cierta reforma, un saneamiento de lo establecido. Aunque miope, es sincero en su búsqueda de la verdad y Jesús dialoga con Él. No parece que en el trascurso de la conversación Nicodemo entienda mucho, es pronto para él, pero crecerán su admiración y respeto por Jesús y se desmarcará, poco a poco, del grupo de sus correligionarios atrapado ya por esa novedad que aún no logra ver.

El mismo Juan nos contará como después de la muerte de Jesús Nicodemo, el discípulo nocturno, irá con José de Arimatea, otro clandestino, a pedir al mismísimo Pilato el cuerpo de Jesús, y entre los dos se encargarán de prepararlo amorosamente para su sepultura.

Jesús dice a Nicodemo que va a ser crucificado, y así, elevado ante los ojos de todos, dará vida eterna, por medio de la fe en Én, a los que crean. Intenta hacerle comprender el amor de Dios por todos. Es tanto que entrega a su propio hijo, el único, para que la vida eterna llegue a todos. Enseña, aún no lo hemos aprendido, que ni el Padre ni Él condenan a nadie. Ellos solo salvan, curan, liberan, regeneran. Somos nosotros, desde nuestra libertad y responsabilidad para ello, quienes elegimos vivir en las tinieblas o la luz, actuar bien o mal, de cara a Dios o de espaldas a Él. Esa es nuestra grandeza y nuestro riesgo. Dios quiere hijos, no marionetas. Es padre, no un manipulador caprichoso. La fe es un don, nunca una imposición. Se ofrece, y puede ser acogida o rechazada. Para condenar y condenarnos nos bastamos solos, no necesitamos a Dios. Somos amados inmensamente. Jesús es nuestro y para nosotros. Nacer de nuevo, caminar en la luz, es ir en pos de Él, y la vida es para entregarla, como Él. Si el grano de trigo no cae en tierra y muere...

Paco Pérez at: 17 marzo, 2012 16:20 dijo...

Hoy, con la vuelta de los fariseos a la escena bíblica, he viajado en el vehículo del recuerdo hasta Mateo XXIII, 1-3: [Tiempo después Jesús les dijo, a la gente y a sus discípulos: «Los fariseos y los maestros de la Ley son los que más conocen la ley de Moisés. Ustedes deben hacer todo lo que ellos digan; pero no hagan lo que ellos hacen, porque enseñan una cosa y hacen otra.]
Dios nos dejó su luz para guiarnos, a través de la oscuridad de la vida, en nuestro caminar hacia Él. Siempre usó el método más adecuado para cada momento evolutivo de la sociedad receptora, es decir, no lo hizo de la misma forma y la razón de esos cambios estaba en que siempre buscaba adaptarse al receptor. Con este proceder nos dejó visible el mensaje de que la persona no puede ser inmovilista y sí tiene que adaptarse a los tiempos en que viva.
Si los animales tienen un ciclo vital en el que son guiados y una vez acabado se hacen autónomos. Los católicos, después de la “MUERTE y RESURRECCIÓN de Jesús”, alcanzan el pleno desarrollo espiritual y, consiguientemente, la autonomía. Ahí tenemos el momento cumbre de nuestra religión, es decir, ya tenemos que volar solos porque nos han instruido en todos los preceptos que guiarán nuestro caminar. Los animales, cuando abandonan el periodo de preparación, ya nunca fallan y siguen la enseñanza que recibieron.
¿Hacemos los católicos igual?
Pasan los años… ¿Hemos evolucionado en positivo, nos hemos estancado o hemos retrocedido?
Con los fariseos se nos muestra un ejemplo negativo de cómo el poder religioso de esa época, la “Sinagoga”, evolucionó en negativo con el paso de los años y estableció unas normas que alejaban al hombre de Dios. Jesús, al hablarnos de ellos, fue quien nos abrió los ojos sobre lo que no se debía, ni debe, de hacer con la interpretación de la “Ley de Dios”.
¿De qué les servía conocer la Ley de Moisés si después la modificaban?
¿Qué hacemos hoy con la Biblia nosotros?
Igual. Instalamos en la Iglesia costumbres como leyes; cumplimientos que no están en el N. T. -actos de imaginería- y sí con lo que cada cual desea y reglas humanas que no nos comprometen a nada. Estos apuntes son algo de lo mucho que hemos puesto en sustitución de la VERDAD de Jesús, apoyar al PRÓJIMO.
¿Hemos creado dentro de la Iglesia el método que nos permitiera evolucionar en positivo?
No. Vemos al extranjero como una carga, no damos comida al hambriento ni agua al sediento, somos jueces del vecino, aumentamos las santificaciones que distraen al inculto religioso sobre a quién tiene que dirigir su oración… ¿Podemos dar por cierto que el beato ya está junto a Dios? ¿Esta es la reforma que nos proponía Jesús?
Tomo de Juan García Muñoz: [No es sólo una reforma de las instituciones religiosas lo que él propone; según el proyecto de Dios, hay que «nacer de nuevo», hay que crear una nueva sociedad formada por hombres nuevos.]
La serpiente era un anticipo de los efectos beneficiosos que en aquellos tiempos el hombre recibía a cambio de tener FE en la propuesta de Dios, así se lo hacía entender mejor. Ahora, Jesús crucificado y resucitado es el referente cumbre donde el hombre actual tiene que fijarse con FE… ¿Por qué no cultiva mi Iglesia esa VERDAD y, por el contrario, se esmera en cosas sin sentido?
Considero que los animales no tropiezan dos veces en la misma piedra, el hombre sí vuelve a hacerlo cuando repone el comportamiento del FARISEISMO un día sí y el otro también.
Si Nicodemo es un ejemplo de fariseo… ¿Qué somos los católicos en el siglo XXI? Una reposición de esa figura. Él fue educado con las desviaciones que el judaísmo diseñó y nosotros nos comportamos siguiendo las enseñanzas particulares que nos desvían del cristianismo verdadero, el que nos regaló Jesús.
Culpar a la cúpula del poder religioso actual no es el camino, cada cual se guiará por el mensaje de Jesús y se ajustará a su ruta lo mejor que sepa y pueda. Debemos de estar preparados para cuando nos juzgue el Padre y entonces cada uno responderemos en función de nuestras responsabilidades.

Paco Pérez