DOM-34-A

domingo, 16 de noviembre de 2014
23 NOVIEMBRE 2014
DOMINGO 34-A
FESTIVIDAD DE CRISTO REY

MATEO 25,31-46   EL EXAMEN FINAL.

2 comentarios:

Maite at: 18 noviembre, 2014 20:30 dijo...

En la celebración de la solemnidad de este último domingo del tiempo ordinario, resuenan en nuestros oídos, una vez más, palabras como rey, reino, reinar. Y la Palabra de Dios, que la Iglesia presenta a nuestra consideración en este día, ofrece la clave de interpretación más segura en nuestro camino de seguimiento de Jesús, porque Él y su Reino no tienen nada que ver con los poderosos de este mundo. Escuchar y meditar la Palabra con atención nos mantendrá lejos de caer en la tentación de identificar a Jesús con los reyes de la tierra.

La Palabra, por boca de Ezequiel, nos presenta a nuestro rey como un pastor que, solícito y afanoso, sigue el rastro de sus ovejas. Las busca y rescata cuando se han perdido, las ayuda a volver al redil. Venda sus heridas y cura a las enfermas, apacienta a todas y las hace descansar.

El salmista matiza que nada falta al rebaño con este pastor. Cada oveja es única para Él, las acompaña con bondad y misericordia durante toda su vida, y las llama a habitar en su casa por años sin término, para siempre.

Mateo nos habla de los súbditos de este rey, en este reino suyo. Son aquellos a los que Él coloca a su derecha, los llama "benditos de su Padre" y los hace herederos de su reino, preparado para ellos desde la creación del mundo. Son aquellos que vieron el rostro de su Rey en quienes tenían hambre y sed, en los forasteros, desnudos, enfermos y presos. Y por eso los alimentaron y dieron de beber, los hospedaron y vistieron, los curaron y visitaron.

Jesús reina apacentando, curando, cuidando, entregando la vida para llenar de Vida. Y nosotros construimos su Reino sirviendo, acogiendo, procurando alivio y consuelo. Así somos hijos de nuestro Padre y así honramos a nuestro Rey.

Y seremos juzgados por Él según nuestra actitud con los hermanos y hermanas que comparten nuestro caminar.

Juan Antonio at: 22 noviembre, 2014 18:36 dijo...

Celebramos la fiesta de Jesucristo Rey del Universo, fiesta establecida por el Papa Pio IX en Marzo de 1925, en un ambiente de anticlerical y hostil, sobre todo en los países europeos, que bien podemos recordar con los de hoy.
Hablar de Jesucristo Rey, es paradójico si contemplamos su vida, nace en una cueva, por cuna un pesebre, por acompañamiento de la familia unos animales, nace en un país pequeño, se cría en un pueblo chico de un país chico, que recorre a pie, rodeado de un grupo poco menos que analfabeto, quizás a excepción del publicano Mateo, se rodea de pecadores públicos, come y bebe con ellos, es amigo de los excluidos de la sociedad, los mismos publicanos, leprosos, enfermos y de todo aquel que sufre en su carne y dignidad, su doctrina causa escándalo en la clase alta de la sociedad y por su doctrina y misión es entregado a la más vil de las muerte, la Cruz.
Esa es la trayectoria del Rey del Universo y esa debe ser nuestra trayectoria, nuestra vida, vivir y predicar su estilo de vida (Hch 5,19).
Jesús le dijo a Pilatos que su Reino no era de este mundo, pero su Reino también nos dijo que estaba dentro de nosotros y así lo viene a decir en el Evangelio de hoy, que podíamos resumir en una palabra, el Reino del Amor.
Tener amor a Dios y a aquellos de los que nos hacemos prójimos, es la norma que nos dejó, y de esa única norma, como nos dice S. Juan de la Cruz, al atardecer de nuestra vida nos examinarán.
No nos van a preguntar qué hicimos, qué dejamos de hacer, sino hasta donde llegó nuestro amor con los hambrientos, sedientos, desnudos, extranjeros, enfermos, encarcelados, tirados por la calle, indigentes que quieren vendernos pañuelos de papel para comer dignamente, si a todos ellos le dirigimos nuestra mirada y nuestra palabra, pues en definitiva el reino de Dios es un Reino de justicia, amor y paz, como reza el prefacio de hoy y el amor tiene que infundirnos paz y tiene que infundirnos justicia, para que todos los hijos de Dios, sean personas llenas de dignidad, como reza el salmo 8, “ lo hiciste a penas inferior a los ángeles”.
Como dice una cancioncilla de Radio María, por la mañana, que empieza diciendo Buenos días Señor, esta noche has cuidado de mi........y sigue diciendo “Me regalas el tiempo, la gracia,
el trabajo y la fe y me dices, construyes mi Reino y no temas, contigo estaré””

Termino con el salmo de hoy “Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida y habitaré en la casa del Señor por años sin términos”

María, Madre de todos los hombres, ayúdanos a decir AMEN