DOM-32B

sábado, 30 de octubre de 2021
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4 comentarios:

juaan antonio at: 01 noviembre, 2021 21:11 dijo...

Esta semana las lecturas nos traen a dos personas que poniendo toda su confianza en el Señor, lo dan todo, se entregan por completo y ponen a disposición de Dios Padre Bueno y Providente, lo que tienen, se fían de Él, como S. Pablo más tarde le dirá a Timoteo “”yo sé de quién me he fiado””.
Esa debe ser nuestra fe, aceptar a Jesús y al Dios revelado por Jesús y la Fuerza del Espíritu que Jesús nos dio, sin reserva alguna, con total confianza, esperando contra toda esperanza de que Nuestro Padre Bueno nunca dejará a sus hijos en la estacada.
La primera persona, una pagana, dispuesta a morir ella y su hijo, se fía de Elías y de lo que el Señor le pedía y nunca faltó lo necesario para los tres y la segunda, da al templo como limosna todo lo que tenía, no dando el evangelista la razón de su posterior vivir como en la primera, sino que echó de lo que tenía para vivir.
Estas personas nos interpelan, nos llena de vergüenza, pues ni lo que echamos en caridad ni lo que echamos para el sostenimiento de las Parroquias es de lo que necesitamos, sino de lo que nos sobra, los cepillos suenan de la calderilla que echamos y donde caer un mísero billete es lo excepcional.
Hay que hablar de esto pues va a llegar un día, y no sé si lo conoceré, donde la equis anual desaparecerá, donde la ayuda a los sacerdotes desparecerá y donde quien quiera Parroquia y personas dedicadas a los fieles, tendrá que asumirlo con su patrimonio en la medida de cada uno, pero asumirlo.
Quizás lo que esté diciendo escandalizará a mucho de los pocos que estas reflexiones leen, pero ese es el futuro que los comentarios de nuestros políticos nos auguran y a ello lleva el que estamos viviendo en una sociedad secularizada, donde la práctica de los sacramentos, van en una descenso apabullante, donde las primeras comuniones, son eso primeras nada más, se están imponiendo los bautizos laicos, las primeras comuniones laicas, se hace una ceremonia donde el pequeño o el mayor entran en la sociedad o se celebra la mayoría como personas.
Aquellas viudas de las lecturas conocían a Dios, hasta la pagana creían en el Dios de Elías o la otra en el Dios de Abrahán, y obraban en consecuencia con la palabra que habían escuchado de labios del profeta o de los sacerdotes, pero creyeron y actuaron en coherencia.
Donde está nuestra confianza en Dios, dónde está nuestra fe, que Dios tenemos, la Iglesia Institución también?, porque hoy hay más dioses que nunca, aunque no le demos ese nombre y todos sabemos cuáles son los nuestros y cuáles son los de la Iglesia también.
No todo está ni puede estar perdido, Dios está por encima de nuestras debilidades, mirémonos y alcemos la cabeza y nuestras manos en oración al Padre Bueno y recemos el Salmo del día, bello Magnificat del hombre creyente, que tiene puesta su mirada en Dios y en los hombres sus hermanos, quien todo lo espera del Señor.
Veamos también la mirada de Jesús ante el cepillo, qué observaba, qué encontró en los distintos personajes que pasaban por allí.
El Señor nos sigue mirando, observa todas nuestras vicisitudes, pues “”hasta el cabello de nuestra cabeza tiene contado””, dejémonos llevar, sintámonos amado y mimado por nuestro Padre Dios, entrégate, sin miedo que nunca te faltará ni la harina ni el aceite ni la mirada providente del Señor.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, que nuestra confianza en el Señor sea como la tuya y la tuya sea la nuestra, ¡AMEN!

Maite at: 04 noviembre, 2021 22:24 dijo...

Ahí está, una vez más, la viuda del evangelio, con sus dos monedillas. Ella atrajo para siempre la mirada atenta de Jesús y su elogio: “Ha echado más que nadie”.

Con lo que nos desvivimos para merecer y obtener piropos así que nos sitúen por encima de los demás. Con lo que deseamos que se note nuestra contribución a la causa… Y no acabamos de entender que se trata, simplemente, de hacer como ella: echarlo todo. Mucho o poco, pero todo lo que tenemos. Eso es lo que valora Jesús. Como valoró Elías el gesto de la viuda de Sarepta: otra mujer que también lo dio todo.

Jesús ha experimentado, como el salmista, que los más necesitados, los últimos en la escala social, son los que cuentan con el amparo, la protección, el auxilio y la bendición de Dios. Y porque tenía el mismo corazón, nos advirtió contra los escribas, amigos de los puestos de honor y devoradores de bienes de los más necesitados so capa de piedad, y ensalzó a quienes, por el contrario, ofrendan a Dios lo poquito que tienen desde el anonimato.

Se trata pues, de elegir en nuestra vida diaria. Jesús nunca impone el camino, solo invita.

Anónimo at: 06 noviembre, 2021 13:45 dijo...

Al señor Juan Antonio le preocupa que un día los fieles tengamos que sufragar el culto y yo opino que ese será un gran día… ¿Por qué?
Porque quedaremos los que estemos realmente enganchados a Jesús y entonces será cuando todos pondremos los pies en el suelo, clero y fieles, y ese día, empujados por esa realidad, tendremos que modificar lo que no hacemos ahora, es decir, abrazar la verdad que nos propone Jesús porque lo que actualmente hacemos es una práctica cómoda que no nos compromete a nada.
La religión que tenemos se mantiene así con el beneplácito de los fieles porque no opinamos y si lo hacemos no nos escuchan -lo digo por experiencia. También con el de los encargados de hacernos cambiar porque tampoco radicalizan su praxis, ellos sabrán porqué, pero si no quieren ver que Jesús tenía un gran espíritu crítico pues que sigan con las pamplinas y así seguiré pensando que ese actuar es porque no quieren que la plaza se les quede vacía.
Ánimo y, aunque parezca que no, siempre estaré con vosotros.
¡Feliz fin de semana a todos!

juan antonio at: 07 noviembre, 2021 20:44 dijo...

Señor anonimo, a mi no me preocupa que tengamos que pagar los gastos de cultos, no, lo que me preocupa es la actitud de los participantes en los actos de cultos respectos de esos gastos, que piensan que quizas la Iglesia sea rica y no necesite más que nuestra calderilla o que no tengamos conciencia de hasta donde tiene que llegar nuestra fidelidad en dar, darnos si fuere necesarios y siempre, siempre estará el ""resto""de Isarael, de la Iglesia del que surgirá la nueva comunidad.
En ese dar no contamos con la confianza en un Padre Dios Bueno y Providente. Ser cristiano no es fácil, ya lo dice los Evangelios, pero tambien nos dice "venid a mi los que estáis cansados y agobiados..... (Mt.11.25-30)
Gracias y no dejes de escribir y podemos estar o no de acuerdo, pero siempre estaré al encuentro y al dialogo, que no sé si esto es el objetivo de la publicación de un comentariio
Estoy contigo con la comodidad y el beneplacito
Un saludo