4ºDOM- PASCUA-C

sábado, 30 de abril de 2022
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3 comentarios:

Paco Echevarría at: 30 abril, 2022 08:57 dijo...

UNA VIDA PARA SIEMPRE (Jn 10,27-30)

El primer enfrentamiento de Jesús con las autoridades tuvo lugar en el templo de Jerusalén, con ocasión de la expulsión de los vendedores. Fue entonces cuando decidieron que tenía que morir. El último ocurrió en el mismo sitio y el motivo fue su condición de Mesías. Los dirigentes le exigen que diga abiertamen¬te si es o no el esperado y que muestre sus credenciales. Jesús les responde que deben sacar la conclusión viendo lo que hace. Su obra en favor de los hombres es la única credencial que puede presentar. Pero ellos no quieren enterarse. Por eso ni le escuchan ni le siguen, sino que intentan apedrearlo.

La fe en Jesucristo implica dos actitudes, una consecuencia y un fundamento. Las actitudes son la escucha y el seguimiento. La fe entra por el oído, es decir, supone prestar atención a la buena noticia del perdón que elimina los miedos y sitúa al hombre en la dinámica del amor y la fraternidad. Pero no es una escucha pasiva, sino profundamente comprometida y, por ello, implica el seguimiento de aquel que ha encarnado esa buena noticia. La fe cristiana no se reduce, por tanto, a la adhesión a un conjunto de verdades, sino que consiste en la adhesión a una persona que se presenta como verdad, camino y vida.

La consecuencia es la vida eterna. El miedo desaparece cuando la muerte deja de ser una amenaza y pasa a ser vista como el trámite necesario para una vida definitiva. El materialismo no entiende que pueda existir algo que no sea materia y, por ello, unos ignoran y otros niegan la realidad sobrenatural o una vida para siempre. Pienso que es como confundir el coche con el movimiento. El sentimiento religioso siempre ha estado vinculado a una vida después de la muerte -otro asunto es el modo de entenderla- y no creo que esta convicción pueda ser menospreciada por no ajustarse a las exigencias del pensamiento científico. ¿Por qué razón sólo va a ser legítimo y aceptable el discurso científico? Si así fuera, tendrían que callar demasiadas voces, precisamente aquellas que dan sentido a la vida como es la del poeta, la del filósofo o la del artista. Tampoco creo que la fe en la vida eterna conduzca -como se ha dicho- a la negación de la vida temporal. Más aún: creo que es al revés, porque sólo quien no teme la muerte es capaz de vivir plenamente la vida.

El fundamento de todo es que quien cree en Cristo y le sigue se une a él y quien se une a él se une al Padre. La fe profesa que el fundamento de la vida y el ser del hombre es la vida y el ser de Dios. Y, si Dios es el fundamento de todo, nada puede representar una amenaza. Por eso la fe en Dios -bien entendida- implica necesariamente el compromiso con el mundo y el riesgo que conlleva.
FRANCISCO ECHEVARRIA

juan antonio at: 02 mayo, 2022 07:49 dijo...

Este Domingo, el corto Evangelio que nos presenta la liturgia, a penas cuatro versículos, no por ello es menos denso y lleno de Vida para los seguidores de Jesús.

Jesús se presenta como el Buen Pastor, que conoce a sus ovejas y sus ovejas le conocen, escuchan su voz y le siguen.

Jesús no se identifica con los grandes y poderosos, sino con un simple pastor, y la comunidad de sus seguidores con un rebaño de ovejas, que conoce, que le escuchan y le siguen.

Sigue la pauta de lo sencillo, de lo poco, de lo humilde, nada de grandezas y reconocimientos de títulos, el Buen Pastor, que por aquel tiempo era una clase mal vista.

Por nuestra parte tenemos que escucharlo y seguirlo, como nos dice el Evangelio de hoy Lunes de la tercera semana, “”¿que tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere? Que creáis en su enviado””

Esa es nuestra tarea porque el creer en Jesús, el escuchar su voz, el seguirlo implica llevar su vida, escuchar los gritos, como nos dice la hoja, de los que sufren y lloran en esta vida, en tenderles la mano y darnos en la construcción del Reino, en hacer realidad el sueño de Dios, la fraternidad humana, como siempre digo.

Lo sencillo se hace difícil porque entraña salir de nosotros de nuestra comodidad, de lo que siempre hemos creído bueno, pero era y es para nosotros, no para todos, pero el bien tuyo y mio es el bien de los demás y sobre todo de los que lo pasan mal, otro bien no existe.

Escuchemos a Jesús, hoy cada vez más fácil, pues los medios físicos e informáticos nos traen cada día su evangelio, nuestra Vida y la Vida de todos.

Sigamos a Jesús, dejando todo lo que nos sobra y a otros le falta, quedándonos ligeros de cosas cuya abundancia solo entorpecen nuestro caminar.

Jesús nos da la vida eterna, y como nos dice el evangelio de Juan, (cp 17) esta consiste en “”conocer a Dios, único Dios verdadero, conociendo a su enviado, Jesús el Mesías”” (td. Juan Mateos), por eso no solo tenemos que oír, leer, sino escuchar, profundizar y vivir esa Palabra en el seguimiento nuestro de Jesús.

No es cuestión de cumplir normas, programas, objetivos……, es como nos dice la Palabra de Dios, cuestión de “”amar””, amar porque eso fue lo que hizo Jesús, Amar y Amar, en sus gestos, dichos y hechos y así nos ha revelado el rostro del Padre Bueno.

Somos amigos de buscar seguridades y hoy se nos ofrece la seguridad máxima, la del Hijo y la del Padre Dios, porque una vez cogidos de su mano, si no la soltamos, nadie nos soltara de ella, nadie nos arrebatará de su compañía, de su…. ¿que más podemos pedir?

Vive la Vida que se nos da cada instante, esa Vida intima con Dios en un día a día hecho oración, sacrificio, entrega,……, !vívela¡ tú, yo, nosotros, todos.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra ayúdanos a seguir a Jesús, tu Hijo, ¡AMEN! ¡ALELUYA!

Maite at: 04 mayo, 2022 16:18 dijo...

Jesús se identifica con el Padre, y se hace buen Pastor y Cordero que entrega la vida. Apacienta a todos los que se reconocen como ovejas suyas y le siguen, y a todos guía hacia fuentes de aguas vivas.

Ese seguimiento se basa y fundamenta en el conocimiento mutuo que nace del amor. Por eso, el vínculo entre las ovejas y el pastor es indestructible y fuente de vida.

Jesús nos conoce uno a uno, pero no puede imponer su amor y cuidado. Escuchar su voz y seguirle es fruto de una decisión personal; tanto que nadie más puede tomarla por uno mismo. Afecta a la manera de situarse no solo ante Dios, sino también ante nosotros mismos y ante los demás, ante la vida y el mundo. E implica un conocimiento profundo de Jesús, sus palabras y obras.

Las lecturas de este domingo dejan claras las dificultades y las ventajas de tal decisión. Aunque, en definitiva, es cuestión de amor. Seguir o no a Jesús ha sido y será siempre para aquellos que han sido fascinados por él.