SAGRADA FAMILIA-C

sábado, 21 de diciembre de 2024
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3 comentarios:

Paco Echevarría at: 22 diciembre, 2024 08:37 dijo...

LA FAMILIA (Lc 2,41-52)

El domingo siguiente a la Navidad se dedica al recuerdo de la familia de Nazaret y se nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre una institución de gran importancia tanto a nivel individual como social. No decimos nada nuevo si afirmamos que hoy la familia -en cuanto institución- está en crisis. Y son muchas las manifestaciones de la misma: crece el desafecto -los adultos saben que sus hijos no los cuidarán cuando sean ancianos-; decrece la autoridad paterna -¡No puedo con mis hijos! es una expresión bastante frecuente-; se teme el compromiso ante las instituciones -parejas de hecho de duración limitada-; se duda de la capacidad de asumir un compromiso definitivo -aumento de los casos de divorcio y separación- y, sobre todo, se ha perdido la valoración de la familia como espacio de creación de la vida -hijos extramatrimoniales, madres de alquiler...-. La disminución del número de hijos hasta el punto de que cada día es más “normal” el hijo único, traerá como consecuencia directa inmediata que muchos niños y niñas crecerán sin experimentar el sentimiento de la fraternidad que es un poderoso aliado contra el egoísmo.

La pregunta que nos asalta es: Esta crisis ¿significa un progreso o, por el contrario, es una pérdida? Con la caída de la familia, la sociedad y el individuo ¿gana o pierde? Podemos formular la pregunta de otra forma: ¿necesita un niño las referencias familiares -padres y hermanos- para lograr un desarrollo sano y equilibrado? La experiencia parece inclinarse a favor del sí. Otro tema es la incidencia que tiene en la vida del individuo una estructura familiar irregular -padres alcohólicos, violencia, etc-. Pero esto viene a confirmar lo que decimos. Si la estructura familiar puede condicionar poderosamente -en favor o en contra-, es que la familia es importante y el hecho de que influya negativamente en caso de ser irregular no significa que la institución familiar no sirva, sino que debe mejorar.

La familia es una institución que tiene milenios y ha sobrevivido a todos los cambios que el tiempo impone. Si hoy está en crisis, no es porque esté desfasada, sino porque el ser humano está en crisis. La crisis que padecemos es una crisis global. Está en crisis nuestro modo de entender la vida, el mundo que hemos construido. Hemos comido de la fruta prohibida creyendo que íbamos a ser dioses y, al despertar, nos hemos visto fuera del paraíso. Todo sufre las consecuencias de esa decepción y la familia no podía escapar.
Pero de algo estamos seguros: la salvación de la sociedad vendrá por la regeneración de los individuos y la regeneración de los individuos, por la recuperación de la familia como lugar privilegiado para el nacimiento y desarrollo de la vida. Quienes en su día la atacaron so pretexto de modernidad actuaron de un modo inconsciente e irresponsable porque no midieron las consecuencias de sus planteamientos.

{ Maite } at: 26 diciembre, 2024 16:50 dijo...

EN BUSCA DEL ROSTRO DE DIOS
Ya en su adolescencia, hay algo acerca de Dios que llama poderosamente la atención de Jesús. ¿Empezará a desarrollarse en él, en su experiencia temprana, una imagen diferente de la recibida? El caso es que necesita, de alguna manera, distanciarse y separarse del ámbito familiar, de lo conocido y heredado, para iniciar su búsqueda, para indagar por su cuenta, sin mediaciones domésticas.

No es fácil, en cuestiones religiosas, apartarse de lo establecido, romper moldes y esquemas prefijados, salirse del camino trillado y sin sobresaltos. Pero así es difícil despegar hacia una experiencia personal madura, crecer en la fe. Hace falta exponerse a la intemperie, a los vientos de la novedad, al aire de lo desconocido. Es mucho lo que nos jugamos ahí.

Permanecer en lo sabido instala en la rutina y aleja de las rutas del Espíritu, que es siempre nuevo. No podemos instalarnos en la comodidad de lo conocido de sobra, de lo que nos aporta seguridad. La exégesis sigue avanzando, las experiencias de los grandes maestros espirituales están ahí, los nuevos movimientos que van respondiendo a inquietudes distintas también. Y es que no podemos permanecer quietos, sin movernos.

El que está vivo, busca. En cada etapa del camino necesita un alimento nuevo, de una sustancia diferente cada vez y es un error de bulto creer que durante toda la vida tendremos bastante con lo ya asimilado, con lo que creemos y sabemos ahora tal y como lo hacemos.

Jesús empezó muy pronto a sentirse inquieto y eso le dotó de las herramientas necesarias para emprender una búsqueda que le llevaría a caminar al aire del Espíritu, que ni encajona ni se deja encajonar.

Paco Pérez at: 26 diciembre, 2024 18:37 dijo...

LA FAMILIA. LA ASIGNATURA PENDIENTE
Los palestinos eran religiosos y tenían sus costumbres y tradiciones pero cuando la cultura helena amenazó los cimientos de esos pilares comprendieron que corría peligro la identidad histórica de su pueblo. Ante esa evidencia, el autor del Eclesiástico intentó evitarlo recordándolos para afianzarlos y alejarlos de las ideas paganas que enseñaban pues en la familia todos eran importantes si respetaban el esquema jerárquico de padre, madre e hijos.
El Señor les recomendaba ser respetuosos y cuidarlos, prometiéndoles premiar a quienes cumplieran esas obligaciones.
Hoy… ¿Respetamos sus deseos?
No y por eso la familia está en crisis, una realidad demostrable si enfrentamos el modelo bíblico y el actual, no se parecen y las consecuencias negativas se reflejan en la convivencia.
La Sagrada Familia nos recuerda el camino cristiano: Fe, amor, confianza, comprensión y ayuda mutua. José y María lo cumplieron, el Padre los bendijo, protegió y su vida discurrió con humildad y aceptación cuando emigraron a Egipto para salvar a Jesús. Allí superaron las adversidades, mantuvieron la unión familiar y vivieron con firmeza sus creencias religiosas.
Al regresar subían anualmente a Jerusalén para cumplir la tradición, Jesús los acompañó al tener la edad y visitó el Templo pero no lo hizo para participar en las ceremonias tradicionales de las ofrendas y sacrificios, sino para reunirse con los doctores de la Ley y hablar de las cosas de su Padre… ¿Qué nos enseñó al hacerlo así?
Que debemos buscar a Dios en la Biblia y alejarnos de los actos que nos distraen de la verdad.
Pablo también aconsejó sobre la familia que fueran entrañables, bondadosos, humildes, dulces, comprensivos… Quienes estuvieran enfadados con otros deberían amarlos y perdonarlos pues si Jesús lo hizo nosotros también debemos hacerlo, así permaneceremos unidos, aceptaremos las correcciones y Cristo intervendrá de mediador… ¿Aplicamos esos consejos?
Esas relaciones debían practicarse respetando la jerarquía que Él estableció. No obstante, dio un consejo a los progenitores: [Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.].