DOM-25B

sábado, 15 de septiembre de 2018

23 SEPTIEMBRE 2018        
DOM-25B

2 comentarios:

Paco Echevarría at: 15 septiembre, 2018 08:56 dijo...

AL SERVICIO DE LOS DÉBILES (Mc 9,29-36)

Por segunda vez anuncia Jesús su destino: caer en manos de los hombres, morir y resucitar; y por segunda vez los discípulos prefieren no enterarse del asunto. No estaban allí para seguir a un fracasado, sino a un triunfador. Caminaban con él, pero, interiormente, estaban muy lejos de seguirle. Para ser discípulo, hay que seguir al maestro consciente y voluntariamente. Tal vez sea éste el problema de muchos cristianos de hoy día. Son los cristianos por inercia: están ahí porque alguien los colocó allí un día pero nunca se han preguntado lo que eso significa.

El tema de la conversación que mantenían durante el camino indica lo lejos que estaban de las intenciones de Jesús. Mientras él hablaba de sufrimiento, humillación y muerte, ellos discutían sobre el reparto del poder. Jesús aprovechó la ocasión para aclarar las cosas una vez más: en la comunidad cristiana el primer puesto -el más importante- lo ocupan quienes en la sociedad están menos considerados y el primer deber de la autoridad es servir a éstos. Ya lo había dicho María: Dios destrona a los poderosos y aupa a los humildes. Para ilustrar su pensamiento puso en el centro del grupo a un niño y lo abrazó con cariño. El signo adquiere un relieve especial si se tiene en cuenta que, en aquel tiempo, los niños pertenecían al grupo de los desfavorecidos.

Es cierto que él hablaba de cómo deben ser las cosas en la comunidad de sus discípulos, pero sería bueno que los poderosos y los grandes del mundo meditaran sobre estas palabras de Jesús y se pregunten sobre la legitimidad de su poder. En verdad ¿cuál es la razón de ser -la justificación- de la autoridad y del poder humano? Es decir: ¿qué razón hay para que unos hombres tengan poder sobre otros y puedan decidir sobre sus vidas, siendo así que todos somos iguales? No me sirve decir que han sido elegidos democráticamente. Eso sólo evita que no sean considerados unos usurpadores. Yo encuentro que la única justificación de la autoridad es defender y apoyar a los débiles para que no sufran el abuso de los fuertes, defender a quienes no pueden defenderse o no tienen quien les defienda. La autoridad tiene, por tanto, la misión de equilibrar. Así debe ser en la comunidad cristiana y ojalá que así fuera en la comunidad humana. Si éste fuera el caso, el mundo sería más justo y más cómodo y fácil el vivir, sobre todo para algunos que lo tienen muy difícil.

El dicho final de Jesús es una advertencia: sólo acogiendo a los despreciados se puede encontrar a Dios. Sus discípulos, en vez de buscar egoístamen¬te el provecho personal, deben olvidarse de sí mismos y ayudar a los desposeídos, a los desheredados, a los olvidados. Y esto no hay que hacerlo desde arriba -desde posiciones de poder-, sino abrazando, es decir, por amor y con amor.

Francisco Echevarría

juan antonio at: 17 septiembre, 2018 15:09 dijo...

LOS MENSAJES DE JESUS
Hoy el pasaje evangélico, nos trae dos mensajes, uno el servicio y otro que debemos ser sencillos y poca cosa como los niños (de entonces)
El mensaje de servir, de ser el último y servidor de todo quisiera expresarlo con un poema, no mío naturalmente, pero que expresa cual debe ser nuestra aptitud, se llama SERVIR
Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.
Donde hay un árbol por plantar, plántalo tú;
donde hay un error que enmendar, enmiéndalo tú;
donde hay un esfuerzo que todos esquiven, acéptalo tú;
sé el que apartó del camino la piedra,
el odio de los corazones
y las dificultades del problema.
Hay la alegría de ser sano y la de ser justo,
pero hay sobre todo, la inmensa,
la hermosa alegría de servir.
Qué triste sería el mundo
si todo estuviera hecho;
si no hubiera un rosal que plantar,
una empresa que emprender.
No caigas en el error
de que solo se hacen meritos
con los grandes trabajos;
hay pequeños servicios:
arreglar una mesa,
ordenar unos libros,
peinar una niña.
Aquel el que critica, este el que destruye;
sé tú el que sirve.
El servir no es una faena de seres inferiores.
Dios que es el fruto y la luz, sirve.
Pudiera llamarse ¡el que sirve!
Y tiene sus ojos en nuestras manos
y nos pregunta cada día:
¿SERVISTE HOY? ¡A QUIÉN? Gabriela Mistral

El otro mensaje es la sencillez, la humildad, lo poco, la nada, los que no sirve, como los niños en tiempos de Jesús, pongamos nuestro acento diario en las cosas pequeñas, en lo que no parece importante, pero que para el otro lo es, y veremos el abrazo de Dios porque hemos acogido a Dios en nuestro corazón y si lo hemos acogido y en relación con nuestro servicio,

Señor, que yo tenga las manos abiertas
Manos abiertas para estrechar las del amigo
Manos abiertas para ayudar en el camino
Manos abiertas para buscar un mundo nuevo
Manos abiertas para sembrar por los senderos
Manos abiertas como las de Jesús, las del Maestro,
Manos abiertas como las de quien supo amar primero

Señor, Tú de lo poco, de unos rudos pescadores, sacaste la semilla que debía de germinar por toda la tierra con tu mensaje, haz de mi un humilde servidor y último de todos pero servidor, porque Tú Señor eres el único apoyo de mi vida

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, ayúdame a decir AMEN