5º Domingo Ordinario - B

lunes, 30 de enero de 2012
5 Febrero 2012

MARCOS 1,29-39: Curación de la suegra de Pedro.

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Juan García Muñoz.

2 comentarios:

Maite at: 31 enero, 2012 18:14 dijo...

A lo mejor es deformación profesional -soy monja contemplativa- pero al meditar este pasaje del evangelio de Marcos siempre resuena en mí, de modo especial, eso de "se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar". Jesús necesitaba hacerlo y oraba buscando la voluntad del Padre, y no solo para darnos ejemplo, como se enseñaba antaño. Quien ha escuchado en lo más profundo del corazón la voz del Padre "Tú eres mi Hijo amado" no se pertenece y solo anhela, con todas sus fuerzas, corresponder a ese amor y vivir para él.

Por eso Jesús, en medio de una febril actividad entre la gente, que se extiende durante buena parte de la noche, siente la necesidad apremiante, por encima de la de descansar, de buscar la soledad de un descampado para orar, para estar con el Padre, para conocer, en la intimidad con Él qué tiene que hacer y como.

Por eso cura a muchos enfermos de diversos males y expulsa muchos demonios, con el gesto y la palabra, sin preguntarse si incurre o no en impureza por su contacto con ellos como prescribe la Ley. Porque esos hombres y mujeres, atenazados por la enfermedad o el demonio, son presa también del miedo, el rechazo social, la opresión de los poderosos. Y al adentrarse en el corazón del Padre, Jesús los ve ahí, a todos, como hijos queridos que sufren.

Por eso va recorriendo toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios. En la comunión con el Padre va descubriendo a qué ha venido.

Anónimo at: 04 febrero, 2012 12:38 dijo...

bendito DIOS QUE HAYA PERSONAS QUE VIVAN EL EVANGELIO PARA PODER TRASMITIR A ALAS PERSONAS LA GRANDEZA DE DIOS QUE SE BALE DE PERSONA COMO USTEDES LE DOY GRACIAS A DIOS escucha de la palabra de una seguidora