EPIFANIA-C

domingo, 30 de diciembre de 2018

6 ENERO 2019
EPIFANIA-C

2 comentarios:

Maite at: 01 enero, 2019 14:45 dijo...

Muy feliz Año Nuevo 2019 para todos los buscadores de Dios.

Para todos los que creen en sus propios sueños y siguen estrellas.

Para todos los que, cuando reciben un bofetón de realidad, saben que esta no se impone, sino que se puede transformar.

Para todos aquellos que no detienen su camino ni por las propias limitaciones, ni aunque desaparezca la estrella que seguían, ni por las informaciones erróneas sobre su ruta.

Para los que confían más en Dios y su Providencia que en sus propias fuerzas, aunque tengan que hacer acopio de ellas y llevarlas al límite cuando la oscuridad arrecia y el viento sopla en contra.

Para todos los que llevan la luz en su interior e iluminan el camino de quienes los miran; los que a pesar de la edad, mucha o poca, las contrariedades, su presente o pasado, tienen un corazón que se asombra y ve en todas partes las maravillas de Dios, y se ensancha hasta hacer entrar más y más nombres y rostros en él.

Para todos los que encuentran a Dios en lo más pobre y pequeño de la historia y son capaces de arrodillarse y adorar lo que pasa desapercibido para los demás.

Lo sepan o no tienen mucho que ofrecer: el oro, incienso y mirra de una vida entregada, amable, valiente, resistente al desánimo y esperanzada, que no se instala ni se amodorra, no se repliega ni se pudre, sino que sale del confort y la comodidad para seguir ensanchando su tienda y hacerla universal.

Muy feliz Año 2019.

juan antonio at: 02 enero, 2019 17:52 dijo...

Celebramos la Epifanía de nuestro Señor, la manifestación del Dios Niño a toda la humanidad, representada en esos personajes, que no sabemos ni cuantos, ni qué eran aún cuando el evangelista le da el nombre de magos, hoy diríamos astrónomos, intelectuales…..
Ellos llegan a Belén siguiendo una señal, y siguen preguntando, indagando, reciben información y siguen buscando alegres porque la señal aparece de nuevo hasta que consigue su objetivo, adorar un débil niño recién nacido, para ellos algo más que un niño y algo más que un rey, pues a los reyes no se le adoran, se le respetan y reverencian, nada más.
Esos personajes enigmáticos, nos ofrece una catequesis como nunca podíamos pensar, y no es más que la búsqueda de Dios, a pesar de todas las contrariedades, ellos siguen buscando, perseveran una y otra vez, porque ven la señal y la siguen.
Esta catequesis de los magos nos la deberíamos de aplicar a cada uno de nosotros sobre la búsqueda del Señor que hacemos en nuestra vida, pues ese encuentro con el Señor es el que tiene que cambiar nuestras actitudes ante los demás y ante nosotros mismos, si, como dice un dicho, no buscamos a Dios en lo que hacemos, no lo encontraremos en lo que sucede, por eso nuestra vida tiene que ser una constante búsqueda de Dios en todo lo que hacemos, con nuestros hermanos y con nosotros mismos, desde la mañana a la noche estar con Dios, no en la presencia de Dios, sino haciendo a Dios presente en nuestras vidas y en las vidas de cuantos nos rodean.
Las dificultades nos decepcionarán, los obstáculos nos harán dudar, pero ese que los magos buscaban empezó su vida con dificultades, las tuvo toda su vida y no digamos en su muerte y nos fue enseñando como debemos caminar, que la historia ha recogido en unos libros donde se nos enseña la forma de vivir el Dios Encarnado para que nosotros lo encarnemos en nuestras vidas y en nuestros hermanos.
Los magos vieron una señal, y a nosotros ¿Cuántas señales se nos dan?, desde el regalo del día, de la vida, de la salud, de poder tener el corazón abierto a todos “venid benditos de mi Padre, porque tuve hambre, sed, estuve enfermo, desnudo, en la cárcel, extranjero……. y….” ¿Qué más quiero para dar y darme?
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, ayúdanos a encontrarnos con tu Hijo y guardar todo en nuestro corazón en una permanente oración, AMEN