Sagrada Familia - C

lunes, 25 de diciembre de 2006
31 Diciembre 2006

ECLESIASTICO: El que teme al Señor honra a sus padres.
COLOSENSES: La vida de familia vivida en el Señor.
LUCAS: Los padres de Jesús lo encontraron en medio de los maestros.


Descargar Evangelio de la Sagrada Familia - C:

4 comentarios:

{ Syed K.Haque, M.D. } at: 25 diciembre, 2006 22:51 dijo...

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Anónimo at: 25 diciembre, 2006 23:12 dijo...

LA FAMILIA (Lc 2,41-52)

El domingo siguiente a la Navidad se dedica al recuerdo de la familia de Nazaret y se nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre una institución de gran importancia tanto a nivel individual como social. No decimos nada nuevo si afirmamos que hoy la familia -en cuanto institución- está en crisis. Y son muchas las manifestaciones de la misma: crece el desafecto -los adultos saben que sus hijos no los cuidarán cuando sean ancianos-; decrece la autoridad paterna -¡No puedo con mis hijos! es una expresión bastante frecuente-; se teme el compromiso ante las instituciones -parejas de hecho de duración limitada-; se duda de la capacidad de asumir un compromiso definitivo -aumento de los casos de divorcio y separación- y, sobre todo, se ha perdido la valoración de la familia como espacio de creación de la vida -hijos extramatrimoniales, madres de alquiler...-. La disminución del número de hijos hasta el punto de que cada día es más “normal” el hijo único, traerá como consecuencia directa inmediata que muchos niños y niñas crecerán sin experimentar el sentimiento de la fraternidad que es un poderoso aliado contra el egoísmo.

La pregunta que nos asalta es: Esta crisis ¿significa un progreso o, por el contrario, es una pérdida? Con la caída de la familia, la sociedad y el individuo ¿gana o pierde? Podemos formular la pregunta de otra forma: ¿necesita un niño las referencias familiares -padres y hermanos- para lograr un desarrollo sano y equilibrado? La experiencia parece inclinarse a favor del sí. Otro tema es la incidencia que tiene en la vida del individuo una estructura familiar irregular -padres alcohólicos, violencia, etc-. Pero esto viene a confirmar lo que decimos. Si la estructura familiar puede condicionar poderosamente -en favor o en contra-, es que la familia es importante y el hecho de que influya negativamente en caso de ser irregular no significa que la institución familiar no sirva, sino que debe mejorar.

La familia es una institución que tiene milenios y ha sobrevivido a todos los cambios que el tiempo impone. Si hoy está en crisis, no es porque esté desfasada, sino porque el ser humano está en crisis. La crisis que padecemos es una crisis global. Está en crisis nuestro modo de entender la vida, el mundo que hemos construido. Hemos comido de la fruta prohibida creyendo que íbamos a ser dioses y, al despertar, nos hemos visto fuera del paraíso. Todo sufre las consecuencias de esa decepción y la familia no podía escapar.

Pero de algo estamos seguros: la salvación de la sociedad vendrá por la regeneración de los individuos y la regeneración de los individuos, por la recuperación de la familia como lugar privilegiado para el nacimiento y desarrollo de la vida. Quienes en su día la atacaron so pretexto de modernidad actuaron de un modo inconsciente e irresponsable porque no midieron las consecuencias de sus planteamientos.

Anónimo at: 25 diciembre, 2006 23:13 dijo...

A todos nos hubiese gustado saber más cosas acerca de la familia de Nazaret. Nos produce cierta curiosidad saber cómo fue su vida de cada día, sus relaciones con los vecinos o los juegos de Jesús niño.

Lamentamos el silencio que guardan los evangelios.

Pero el silencio es muy importante.

Jesús evangelizaba no solo con las palabras, también con el silencio. Son varias las escenas en las que Jesús guarda silencio. Recordemos entre otras: ante la acusación de que es objeto la adúltera (Jn 8,1), ante la mujer cananea (Mt 15,23), a los primeros gritos del ciego Bartimeo (Mc 10,46) o en el interrogatorio de Caifás (10,62-63).

Los silencios dicen y, a veces, dicen mucho. Hay que saber captarlos porque hacen reflexionar y entrar en el fondo de los acontecimientos y de las personas.

Cuando un hombre, cuyo matrimonio iba mal, fue a visitar a un sabio,y éste le dijo que escuchara a su mujer. Volvió algo satisfecho y el sabio, sonriendo, le dijo: pues ahora escucha su silencio, lo que tu mujer no dice.

El evangelio refiere que los padres de Jesús, "no comprendieron lo que les decía" y que "María guardaba todos los recuerdos en su corazón". Y en ese silencio aprendió mejor a comprender a su hijo.

Y es que el silencio siempre es tiempo de gracia.

{ Juan } at: 28 diciembre, 2006 21:30 dijo...

"Dios siempre nace en otro sitio"
El pesebre, el buey y la mula, ya los hemos integrado en nuestra cultura. Ya está "domesticado". No nos hace pupa, no nos escandaliza.
Al igual que la cruz. Ya no es oprobio ni castigo. Ni testimonio de una vida de entrega total. La hemos convertido en joya de lucimiento. Ya no escandaliza.
Belenes vivientes al lado de vivientes belenas. Conozco belenes vivientes al lado de chabolas de plástico y cartón de los sin papeles. Qué pocas visitas tiene.
¿Donde estará naciendo el Señor?

Juan