MARCOS 1,14-20: Convertíos y creed el Evangelio.
Descargar 3º Domingo Ordinario - B.Juan García Muñoz.
Estas hojillas, que podéis bajaros, nacieron en la Parroquia de San Pablo (Fuentepiña, barriada obrera de Huelva) y la siguen varios grupos desde hace años en su reflexión semanal. Queremos ofrecerlas desde la sencillez y el compromiso de seguir a Jesús de Nazaret.
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Jesús atrae, engancha y enamora, hasta el punto de seguirle dejando todo, lo poco o mucho que uno tiene, para ir donde Él vaya y sobre todo para estar con Él. Para hacer de su proyecto de vida el de uno, aunque aún no se tenga muy claro cual es. Y al encontrarse con Él se tiene la certeza de haberse topado con la Buena Noticia cara a cara y se emprende, casi sin darse cuenta, un camino personal de conversión, que brota como algo natural, como la consecuencia lógica de seguirle a Él. Que no tiene que ver con un cambio en la superficie del yo, a la manera de un tinte o maquillaje que embellece, por poco tiempo y por fuera, la fachada. Conversión que es revolución interior, torrente de agua, de aire y vida nueva que rompe y rasga las paredes del alma y riega todo lo que estaba muerto y seco por dentro. Que calienta y vigoriza los miembros ateridos de la voluntad, y abre simas de esperanza y horizontes infinitos por los que navegar. Y lanza a velas desplegadas a la aventura de quemar a los demás con fuego inextinguible que arde y brilla sin cesar.
Jesús sigue pasando junto al lago, aquel de Galilea y el de mi pobre tierra, y ve como realizo mi labor, la de todos los días... Me llama por mi nombre y todo cambia de color. Ha destilado en mi alma una pasión, y me parece nada lo que tengo que dejar, porque me marcho con Él.
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