MARCOS 1,21-28: Enseñaba con autoridad.
Descargar 4º Domingo Ordinario - B.Juan García Muñoz.
Estas hojillas, que podéis bajaros, nacieron en la Parroquia de San Pablo (Fuentepiña, barriada obrera de Huelva) y la siguen varios grupos desde hace años en su reflexión semanal. Queremos ofrecerlas desde la sencillez y el compromiso de seguir a Jesús de Nazaret.
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Jesús provocaba asombro cuando enseñaba porque lo hacía de una manera distinta: con autoridad. Cuando enseñaba quería transmitir algo que llevaba dentro de forma que todos entendieran. Hablaba del Reino, del Padre e intentaba que sus palabras sanaran, liberaran, salvaran a quienes escuchaban. Sus palabras nacían del amor e interés por todos porque sabía el lugar que cada uno ocupaba en el corazón del Padre. Hablando y explicando destilaba vida y esperanza, por eso causaba asombro. Porque hablaba de Dios como quien le conocía, como de alguien que se preocupa, como un padre, por cada uno, y no como los maestros de la Ley, que al enseñar echaban cargas muy pesadas sobre los hombros de todos, cargas que ellos no se molestaban en llevar.
Además Jesús acompañaba sus palabras con gestos de sanación y liberación, mostrándose más fuerte que los espíritus inmundos que dominaban a la gente atenazándola con miedo y dolor. Desde entonces quien le sigue no tiene miedo al mal, que ya está vencido. Y va pasando haciendo el bien, como Él, dando vida a manos llenas a fuerza de entregar la suya.
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