17 DICIEMBRE 2017
3ºADV-B
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Estas hojillas, que podéis bajaros, nacieron en la Parroquia de San Pablo (Fuentepiña, barriada obrera de Huelva) y la siguen varios grupos desde hace años en su reflexión semanal. Queremos ofrecerlas desde la sencillez y el compromiso de seguir a Jesús de Nazaret.
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GOZO Y ALEGRÍA
Este Domingo las lecturas rebozan de alegría, empezando por el profeta Isaías, siguiendo con S. Pablo y terminando con el Evangelio de Juan que nos trae el testimonio del Bautista como testigo, para dar testimonio de la Luz, para que por él todos vinieran a la fe, allanando los caminos del Señor.
Esta alegría por la cercanía de la Navidad, del encuentro de Dios con la humanidad, me pregunto si de verdad nos hace desbordar de gozo en el Señor, estando siempre alegres porque se acerca la Luz a los hombres que andábamos en tinieblas, en un mundo como nos dirá Juan en el prologo de su Evangelio que no lo conoció.
Esta es la tarea del cristiano, conocer a Dios, pues así lo dejo dicho en el Evangelio de Juan, (17) en los discursos de la última cena, “esta es la vida eterna: conocerte a Ti único Dios verdadero y al que enviaste, Jesús, el Cristo” y nos dejó su palabra, testimonio y entrega total.
Y esto empezando desde este mundo, quitando cuanto estorba en ese conocimiento, “allanando el camino del Señor” dentro de la alegría que nos dejó y que hoy es objeto de contemplación, no somos o no debemos ser personas aburridas, indiferentes, rutinarias, pasotas, sino todo lo contrario, con la alegría del Señor “”les he dicho todas estas cosas para que en ustedes esté mi alegría y vuestra alegría sea completa”(J15,11).
Quitémonos las caras largas, los rostros serios, y hablemos de Dios con la naturalidad de hijos queridos como hoy lunes nos dice Isaías, “¡Animo no temáis! Mirad a vuestro Dios: viene en persona a salvaros”.
Esta es la Navidad, el encuentro de Dios con la Humanidad a la que vino y fue rechazado, pero a los que lo recibieron, los hizo hijos de Dios.
Recibamos a Jesús Niño con la alegría de haberle allanado el camino con alegría y gozo, a pesar de todos nuestros pesares, pero recibámoslo alegres y gozosos.
Proclamemos con María, Madre de Dios y Madre nuestra, la grandeza del Señor por tantas cosas como ha hecho por nosotros, AMEN
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