20 MAYO 2018
PENTECOSTES-B
Estas hojillas, que podéis bajaros, nacieron en la Parroquia de San Pablo (Fuentepiña, barriada obrera de Huelva) y la siguen varios grupos desde hace años en su reflexión semanal. Queremos ofrecerlas desde la sencillez y el compromiso de seguir a Jesús de Nazaret.
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LA FUERZA DE LO ALTO (Jn 20,19-23)
Pentecostés es la fiesta de la plenitud porque es el final de la Pascua y porque marca el comienzo del anuncio del Evangelio a todos los pueblos de la tierra. Para entender este acontecimiento hay que verlo como contrapunto del relato de Babel que aparece en el libro del Génesis. Dicho relato es una profunda reflexión sobre el totalitarismo como causa de los enfrentamientos, divisiones y falta de entendimiento entre los hombres. La pretensión de escalar el cielo para sentirse un dios siempre ha sido, aparte de ingenua, extremadamente peligrosa, porque genera rivalidad, desconfianza, incomunicación... La soberbia es la semilla de todos los males. Pentecostés es la antítesis de Babel y muestra un movimiento de convergencia entre los pueblos: hombres, venidos de todo el mundo, se entienden con el lenguaje del Espíritu porque tienen un solo corazón.
Pero hay que tener en cuenta que no se trata de la unidad construida a base de intereses personales o de grupos, en una especie de reparto de influencias e intercambio de mercancías, sino la unidad que brota del interior, es decir, de la conciencia de que todos somos uno y de que todo lo que se refiere a los otros se refiere también a uno mismo. El símbolo del árbol es profundamente ilustrador: por muchas que sean las hojas y las ramas, todas se unifican en el tronco y es eso lo que las mantiene vivas porque la savia viene de abajo.
Para llegar a esta visión de las cosas, hay que elevarse muy alto, hay que tener miras muy elevadas y ser capaz de ver el conjunto. A medida que nos elevamos a planos superiores, las particularidades, las diferencias, desaparecen. Quienes han tenido la suerte de viajar en naves espaciales saben que desde el cielo sólo se ven los continentes y que las fronteras no existen. Por eso se puede decir que los nacionalismos exacerbados, los racismos y otras cosas por el estilo son indicio de una mente raquítica y de miopía mental.
No es que lo individual o lo particular no cuente. Esto llevaría a la negación de los derechos del individuo. De lo que se trata es de comprender que los rasgos y elementos personales sólo tienen sentido si los situamos en el conjunto. Una vez más tenemos que defender el equilibrio entre la parte y el todo, entre el individuo y el grupo, entre el ser uno mismo y el ser con los otros, entre lo particular y lo universal. Radicalizarse en un extremo implica inestabilidad porque se pierde el equilibrio.
En Pentecostés no se unifican las lenguas, pues cada uno conserva la suya, pero todos entienden el discurso de Pedro. Lo plural -las lenguas- se equilibra con la unidad -el discurso-. ¿Tan difícil es comprender esto? Debe serlo porque, de lo contrario, lo que resulta difícil es entender el discurso de más de un político empeñado en sembrar la división y crear enfrentamiento con todos los que piensan, sienten, optan y viven de un modo diferente al suyo. ¿Tan inseguros están de lo propio que sólo saben defenderlo destruyendo lo ajeno?
Francisco Echevarría
…….Y DEL ESPIRITU SANTO
Aquellos Apóstoles que estaban con María allá arriba, el Cenáculo, en oración perseverante, como nos dice los Hch. en la mañana de Pentecostés fueron invadidos, llenos del Espíritu Santo, de la Fuerza de Dios que lo lanzan al exterior y sin miedo ni cobardía hablan de la Buena Noticia a todos los habitantes de Jerusalén, llegó la transformación del débil en fuerte, del tímido en arrollador, del escondido en hombre público, ya no hay escondites, ya no hay puertas cerradas, ya se acabaron los miedos y los temores, el Espíritu de Dios les infundió la fuerza necesaria para comerse el mundo.
No eran nada, pues nada sabemos de sus saberes, de algunos, como Mateo y Juan, podemos pensar que eran al menos alfabetos y de otros discípulos también como los otros dos evangelistas, pero la mayoría eran de pocas o ningunas letras.
Llegó el Espíritu Santo y transformaron el mundo.
Dejémonos transformar por el Espíritu de Dios y sintámonoslo cada vez que nos santiguamos y transformaremos el mundo.
QUÉ SABEMOS DEL ESPÍRITU SANTO?, sino poco más de que es la tercera persona de la Santísima Trinidad y que en nuestra vida de fe le damos poca relevancia, tan poca que, creo, yo, que lo tenemos en el olvido, no ahora, sino desde los primeros tiempos y así S. Pablo en la 1ª carta a los Corintios, nos dice que somos templos del Espíritu Santo, como echándoles y echándonos en cara nuestra ignorancia.
QUE SABEMOS DEL ESPÍRITU SANTO?
Meditemos en ello, repasemos las cartas de S. Pablo que tratan del Espíritu Santo, (Romanos, 1ª Corintios, Gálatas….. ) y en los Hechos de los Apóstoles veamos la acción del Espíritu Santo y llenémonos del que es capaz de renovarnos en plenitud.
“…exhaló su aliento sobre ellos y les dijo…..”
El ENVIO, aquella Iglesia naciente de la semana pasada, es enviada a llevar la Buena Noticia “”como el Padre me ha enviado así también os envío yo””: aquí está nuestra tarea misionera que tenemos que llevar a cabo de mil formas y maneras, siguiendo el impulso del Espíritu Santo, Aliento del Padre y del Hijo en la plenitud de la eternidad pero saliendo de nosotros, sin miedos ni temores, Dios Uno y Trino, como veremos la semana que viene, está con nosotros hasta el fin de los tiempos, ¿a quién vamos a temer?
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, ábrenos nuestro corazón a la fuerza de Dios Espíritu Santo, AMEN
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