EPIFANIA-A

domingo, 29 de diciembre de 2019

6 ENERO 2020
Epifanía-A

2 comentarios:

Maite at: 05 enero, 2020 15:29 dijo...

Escucha la Palabra: Levántate y resplandece, porque llega tu luz; y la gloria del Señor amanece sobre ti.

Y es que llega el que librará al pobre que clamaba, al afligido sin protector, al indigente… ¿te reconoces en alguno de ellos?

Si es así has visto salir su estrella. ¿Qué hacer ahora? Acompaña a los magos en su camino, en la salida de su país, sus costumbres y creencias. Asume con ellos el riesgo, la incertidumbre, la búsqueda de lo desconocido, la inquietud. Deja que bailen en tu interior y en tus ojos la ilusión, la fragancia de lo nuevo, el sabor del olvido de ti para encontrar lo que te devuelva el sentido de la vida.

Pregunta, aunque te equivoques de interlocutores, cuando tu estrella deje de brillar, porque lo hará. Y tu fe, tu esperanza y tu amor se pondrán a prueba. No desfallezcas ni abandones el camino, no dejes de viajar. La estrella volverá a guiarte. La verás de nuevo. Y brillará más todavía ante tus ojos. Podrá tener cualquier figura, cualquier ropaje, pero no dejará de ser una estrella, tu estrella.

Encontrarás al que buscabas y aprenderás, entonces, a adorar. Y todo tu ser clamará por entregarse a él por entero, como se entrega un regalo.

Ya estarás preparado para volver al lugar del que saliste, a tu tierra, por otro camino. Serás una criatura nueva, de luz, que sabe mirar a las estrellas e iluminar los caminos de todos, un regalo, una gracia. Has encontrado al Salvador.

juan antonio at: 06 enero, 2020 20:52 dijo...

Con esta fiesta de la Epifanía del Señor, celebramos la universalidad de aquellos a los que Dios ha enviado a su Hijo; Dios quiere que todos se salven, Dios no quiere ser Dios Salvador de una minoría, de un grupo elitista, de unos que se llamen asimismo justo ante Dios.
El Señor se manifestó primero a su pueblo, a los pastores y en segundo lugar a esos señores que vinieron de oriente, de Tarsis y de las Islas, de Saba, de Madian y de Efá, el Señor se manifiesta a todo el mundo y no entremos en cavilaciones de donde eran los magos que se presentaron ante Herodes preguntando por el lugar del nacimiento del Rey de los judíos, eran del mundo entero porque El Señor tenía que manifestarse a todos, no era ni es exclusivo de nadie.
Lo mismo podíamos decir de esa estrella que ya el profeta Balaan hablaba en el Libro de los Números 24,17, que según los comentaristas de a pie de página se refería a David y al David definitivo, Jesús, Dios con nosotros: ellos vieron una señal y se presentaron en Jerusalén y posteriormente en Belén, al detenerse en la casa donde estaba el niño Dios, lo que nos indica que abandonaron la cueva y la familia como tal se estableció en Belén y postrándose adoraron al Niño.
De esta festividad tenemos que sacar para nuestra reflexión y para nuestro caminar con el Señor, que tenemos que BUSCARLO, ENCONTRARLO salvando cuantos obstáculos nos pone la sociedad de hoy que quiere hacer desaparecer todo cuanto sea religioso, todo ello en aras de una libertad, o mejor dicho de que eso religioso puede dañar a quien no sea religioso, en definitiva y sibilinamente, está despareciendo la libertad religiosa: pues si hay que hacer desaparecer, por ejemplo los crucifijos de las clase porque molesta, pues si a mí no me molesta, tendré la misma libertad para que el crucifijo siga en las aulas y así en todo, como la desaparición de las capillas en las Universidades.
Somos católicos, universales, para todos, pero con la libertad de aceptar o no esa fe que se propone pues no se impone, lo que se impone es mi limitación de libertad religiosa.
Y cuando encontremos a Jesús, ADORARLO, que como dice el contexto de la hoja no es más que admiración, amor y entrega: y todo eso será nuestro testimonio, y nuestro testimonio, será antes que nuestra palabra o nuestra palabra será y dará testimonio si hacemos los que decimos y queremos decir y hacer, pues somos frágiles y por lo tanto no exento de caídas, pero la fidelidad a Dios estará en que nos levantemos y sigamos en el camino del Evangelio.

Santa María, parece que tu vida fue de sobresalto en sobresalto, y ya lo veremos en la vida pública de Jesús, donde a tus oídos llegaban todo tipo de comentarios sobre la vida de tu Hijo y tú lo guardaba todo en eterna adoración.
Santa María Madre de Dios y Madre nuestra enséñanos a llenar nuestras manos de cosas buenas para presentársela a tu Hijo en las personas de los pequeños y frágiles de este mundo, AMEN