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Estas hojillas, que podéis bajaros, nacieron en la Parroquia de San Pablo (Fuentepiña, barriada obrera de Huelva) y la siguen varios grupos desde hace años en su reflexión semanal. Queremos ofrecerlas desde la sencillez y el compromiso de seguir a Jesús de Nazaret.
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3 comentarios:
MARÍA, EJEMPLO DE FE. SIN ELLA NO PODEMOS CAMBIAR
La fe es fundamental para caminar con rectitud en nuestra vida pues a diario recibimos propuestas que nos exigen respuestas inmediatas, situaciones que nos generan inseguridad y dudas. Cuando se nos plantean, deberemos analizar y valorar los hechos en profundidad y no responder a la ligera… ¿Por qué?
Para evitar que lo desconocido nos lleve al error sigamos el ejemplo de María.
Ella acertó porque tenía fe y confianza total en Dios, los pastores también actuaron correctamente pero Eva no tuvo fe y sucumbió a la tentación, una decisión equivocada que también afectó a su esposo y a las personas de todos los tiempos.
María confiaba totalmente en Dios, no dudó y aceptó colaborar, aunque el riesgo de perder la vida era real. Ella supo discernir bien y optó por elegir el camino de la aceptación y así los planes de Dios se cumplieron. Los pastores se comportaron acertadamente yendo al lugar anunciado, encontraron al niño con sus padres, comprobaron que lo dicho era cierto y, de regreso, daban gracias a Dios por lo que habían visto y oído y comunicaban la noticia a las personas de su entorno.
El Mesías, anunciado con anterioridad por los profetas, vino para salvar a todas las personas pero quienes primero recibieron el anuncio de su venida fueron aquellos humildes pastores, profesión que no era valorada por la sociedad de su tiempo… ¡Así nos enseñó Dios su amor a los pobres! ¿Lo hemos aprendido?
A los ocho días, José y María respetaron la tradición judía y los mandatos de Dios: Lo circuncidaron, le pusieron el nombre de Jesús= Dios salva y lo presentaron en el Templo.
Ante la grave situación que vive el mundo, guerras y hambre, a causa del egoísmo crónico de los dirigentes y de la mayoría de la ciudadanía; la adormecida conciencia de la sociedad que no reacciona ante las injusticias hasta que éstas no les pisan a ellos; la nula capacidad de diálogo que hay en todos los ámbitos para encontrar soluciones; la poca preocupación que mostramos para responder a los problemas del prójimo… Las palabras de Pablo me recuerdan que las realidades de nuestros días nos tienen esclavizados dos mil años después que el Padre nos mandara a Jesús para liberarnos.
Por estas evidencias pido al Señor que el caos en que vivimos, con la participación de todos, acabe en 2023 y lo hago leyendo las palabras de Números 6, 24-26: [El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz.].
¡Salud y paz en 2023!
SANTA MARIA MADRE DE DIOS * 1.1.2023
La Iglesia celebra en este día, a María, Madre de Dios y la Jornada Mundial por la Paz.
Tenemos que abrir los Evangelios y buscar todo aquello que hace referencia a María y yo propongo hacerlo desde la festividad de la presentación del Niño en el templo, pues en dicha narración se comprende lo referente a Jesús, que será y lo referente a Maria, qué padecerá “”...y una espada atravesará tu alma….”
María aparece en la Encarnación del Verbo, del Hijo de Dios, relato grande en el evangelio de Lucas 1,26-38 y que como otras veces he dicho, hoy lo tenemos muy clarito, pero que significó para aquella muchacha de Nazaret, pues todo aquello le venía no grande, sino grandísimo e incomprensible, madre, sin relación humana, y madre por obra del Espíritu Santo, expresión esta a la que no creo, cosa mía, que estuvieran muy acostumbrado los judíos, luego viene las dudas de José, la asistencia a Isabel, el censo, el viaje, el parto, los pastores,los magos, la huida, le perdida en el templo…..., todo un cúmulo de misterios que hacen de María nuestra Madre en la fe, pues no cabe duda de que la intervención de Dios es lo que hace posible todo ello, la actitud de María se comprende en el “”hágase en mí según tu palabra””, es la respuesta a la llamada de Dios, es la aceptación de la voluntad de Dios y que para nosotros seguidores de Jesús, debe ser un modelo a imitar, una referencia en nuestra fe en cuanto para Ella y para nosotros entraña la total disposición a Dios, vaciándonos de nosotros para llenarnos de Dios como dicen que decía S. Francisco de Asís.
En esa infancia, la espada la acepto María, la vivió María desde la alegría de servir a Dios y al plan que se le reveló.
La vida oculta de Jesús debió suponer para ella una decepción, una duda, una angustia, una….. porque se le dijo, se le prometió….. y no se veía nada de nada: un joven más que trabajaba, se divertía, cumplía sus obligaciones religiosas, familiares…., y Maria en eterna espera.
De pronto su Hijo deja el hogar familiar, empieza a enseñar un camino nuevo al que llama Reino de Dios pero que de reino tiene poco, a hacer curaciones, a discutir con los sacerdotes y maestros de las ley, le tienen por loco hasta el punto que quieren llevárselo para casa sus familiares, los escribas le tienen por endemoniado, María busca a Jesús y éste dice que su madre y sus parientes son los que hacen la voluntad de Dios, ¿decepción?
En las bodas de Caná tiene una reprimenda pero Jesús le hace caso con el milagro.
Viene la pasión, la muerte, la resurrección, de la que María no debió tener duda alguna porque si ella fue la primera en conocerle, debería ser la primera en verle glorioso, cosa admitida en el corazón de todo cristiano.
Las luces y las sobras de Jesús, las vivió su Madre desde el dolor de Madre, desde la aceptación del misterio como buena judía, desde la gran fe que tuvo hasta llegado Pentecostés y desaparece de los relatos sagrados.
Repasemos la vida de María con el Nuevo testamento en las manos y contemplemos la mujer de fe, la mujer que no dudó, la mujer que aceptó el plan de Dios a sabiendas de que no le sería fácil.
La Jornada de la Paz, es algo que no debemos pasar de largo, cuantos conflictos en el mundo, sean guerras, sean asuntos económicas, financieros, sean explotaciones de los grandes a los pequeños y debe ser una preocupación de todo cristiano pues desde el Padrenuestro en que pedimos la llegada de su Reino ( de paz) hasta la oración de la paz en la Eucaristía y ese darnos la paz que debe ser algo más que un rito, algo más que una mano o una inclinación, debe ser un saludo del corazón para que sea un signo de cooperación a la paz global en este mundo que tenemos que regenerar, regenerandonos cada uno y llevando nuestro testimonio a la vida en que nos desenvolvemos.
Santa Maria, Madre de Dios y Madre nuestra, enseñanos a contemplar y vivir tu Vida, atravesada por el dolor para que el nuestro lo llevemos según tu ejemplo, ¡AMEN!, ¡ALELUYA!
EL LUGAR QUE QUIERO SER
Hay lugares que no necesitan palabras y que por sí mismos, evocan el deseo de permanecer en él. Estos días de Adviento y Navidad, vividos con más o menos intensidad, han sido para mí imágenes de María, del Pesebre, de la Mesa, del Altar… lugares habitados por la Palabra que se hizo carne.
Al contemplar el Pesebre, lugar para el alimento, con un Dios hecho Niño que nunca quiso estar solo, comprendo que el Pesebre es también lugar de encuentro. Y que María es Pesebre, acogiendo en su interior una vida que brota y va creciendo, como el grano en la tierra, sin que se sepa cómo; y tabernáculo, guardando la Palabra en su corazón.
En un camino de ida y vuelta, mi mirada iba estos días del Pesebre al Altar, pasando por la Cruz y el Sagrario. Una y otra vez, la Palabra, alimento en la Mesa compartida, que se hace ofrenda en el Altar. Y comprendo que el Altar, es también Pesebre que contiene al Dios que se hizo Niño, se transformó en alimento, y quiere quedarse entre nosotros.
“Señor, quiero ser Pesebre, ser Tu lugar...”
Del año que termina hago memoria agradecida: siento que todo lo vivido, las alegrías y aquello que no lo fue tanto, que todo, puede hablar de Dios y servirle a Él. Aunque a veces yo no lo entendiera, ni haya sido el mejor lugar para estar...
Este año que comienza, quiero seguir acogiéndote...
“Señor ayúdame a ser… Pesebre, Mesa, Ofrenda, Cruz, Sepulcro, Tabernáculo... a entender que soy yo el lugar donde Tú quieres estar”.
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