DOMINGO 33-A

sábado, 11 de noviembre de 2023
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2 comentarios:

juan antonio at: 15 noviembre, 2023 14:22 dijo...

Dm 33 TO19.11.23 Mt. 25,14-30

Esta semana la Palabra nos presenta la parábola de los talentos, el señor que se va y entrega a sus criados la administración de sus bienes, “”según su capacidad””, es decir, esta es la razón de la diferencia de los bienes encomendados a cada criado, pues todos no somos iguales ni nuestras capacidades son iguales.
Ahora tendremos que preguntarnos cuál es el tema, la clave de la parábola, y la Hoja nos dice que la clave, según Castillo (DEP) es el miedo que provoca la paralización.
Puede ser esta y muchas interpretaciones la que demos, pero lo que se nos quiere decir es, en mi pobre opinión y en continuación con las semanas anteriores, es que tenemos que levantarnos de nuestra comodidad, nuestra modorra, nuestra apatía, nuestro sueño dorado y estar activo, estar vivo, estar creativo.
Nos lo dice la primera lectura “una mujer hacendosa quien la hallará?
Pues ese es mi entender, levantarnos y quitarnos la apatía que nos pueda embargar.
S, Pablo nos repite en su carta la misma cuestión “ Así, pues no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes y despejados”
El tiempo nos apremia, la vida cumple sus días, somos lo que somos, y seremos y tendremos menos capacidad, con el tiempo, pero siempre habrá una tarea que yo pueda hacer, desde la simple oración hasta abrir, por ejemplo, la puerta del templo y podamos gozar de la presencia de nuestro Señor en el Sagrario
Siempre te buscarán para algo que puedas hacer, siempre te llamarán para algo que puedas llevar, siempre te buscarán para un acompañamiento, para……., no sabemos, pero lo que si sabemos que tenemos que estar “….. vigilantes y despejados”: no te eches atrás, no te escondas ni tú ni tu realidad, sé humilde, haz lo que tienes que hacer – nos lo decía ayer el evangelio – y como dice la cancioncilla de Radio Maria en los buenos días, “me regalas en tiempo, la gracia, el trabajo, el descanso y la fe y me dices, construyes mi Reino, y no temas, contigo estaré”, pues adelante, que más queremos?.
El Salmo declara dichoso al que teme al Señor y siempre me pregunto si conocemos el verdadero sentido de ese temor, de ese santo temor de Dios, que es uno de los dones del Espíritu Santo y espero que alguien nos lo explique, para mi ese temor es la preferencia de Dios sobre todas las cosas, esto es el primer mandamiento, pero ¿por que emplear la palabra temor?
O por que se inicia muchas oraciones de la Eucaristía con “ Dios todo poderoso….”? Ahí queda eso y espero que alguien -maestro- diga algo.
Gracias, Señor, por todo.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, enseñanos a decir ¡AMEN!

Maite at: 17 noviembre, 2023 22:20 dijo...

Como muy bien explica la hojilla, este domingo damos un paso más. Se trata, además de velar, aguardando al Señor, de hacer fructificar lo recibido. Y no es cuestión de quién recibe más o quién menos, sino de hacer rendir cada uno todo lo que tiene, mucho o poco.

Santa Teresita estaba segura de que, al final de su vida, comparecería delante del Señor “con las manos vacías”, decía ella. Pero, lo cierto, es que no desaprovechaba ninguna de las más pequeñas ocasiones de la vida diaria para darse del todo a todas y cada una de sus hermanas, independientemente de lo agradable que le resultara la hermana beneficiaria de su buena acción.

Habrá muchos, entre nosotros, que desconocen sus talentos:¿dónde encontrarlos? Para Pablo, son los propios de los hijos de la luz y del día. Se trata de no entregarse “al sueño” y de vivir “sobriamente”. Vivir dormidos es lo mismo que vivir en la inconsciencia o fuera de la realidad; en una paralela o alternativa. Desconectado de la verdadera y, por tanto, muy lejos del compromiso con ella, del trabajo por mejorarla y hacerla más suave y llevadera para los demás. Es lo que implicaría ese “vivir sobriamente”, que recuerda aquel antiguo y acertado slogan de alguna de las campañas de Cáritas: Vive sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir.

Otro ejemplo de persona talentosa es la mujer descrita en el Libro de los Proverbios. Es una mujer fuerte y trabajadora, compasiva con los necesitados, sabia. Distingue los bienes superficiales y pasajeros de los valores perennes.

En el caso del salmista, es un varón el alabado por sus talentos. Alguien que camina bajo la mirada y la bendición del Señor y saca adelante a su familia con el sudor de su frente.
De eso se trata, pues. De permanecer en vela, pero de ninguna manera ociosos. Todo lo que somos y tenemos ha de ser sembrado y dar fruto.