1ºDOM-ADVIENTO-C

sábado, 23 de noviembre de 2024
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1 comentarios:

Paco Pérez at: 26 noviembre, 2024 17:51 dijo...

ADVIENTO I: ESPERAR A JESÚS CON ESPERANZA
Lucas habló del futuro narrándoles una escena de catástrofe inminente donde las fuerzas de la naturaleza se manifestarían causando un gran miedo y desconcierto a las personas, acontecimientos que precederían a la venida de Jesús, les aconsejó no perder la esperanza y no tener miedo pues vendría a liberarnos y no a castigarnos. Recomendó no vivir libertinamente porque arrastra a la perdición y sí hacerlo de manera correcta para que, cuando nos presentemos ante Él, lo positivo pese más que lo negativo.
La Navidad es tiempo propicio para reflexionar porque va precedida del tiempo litúrgico de Adviento, días de preparación personal… ¿Lo hacemos?
Creo que no porque el comercio y los medios se encargan de decirnos cómo debemos vivirla y qué debemos hacer pues, desde hace unas fechas, nos muestran ese tiempo alejados de la espiritualidad y cercanos a sus intereses con imágenes que incitan al consumismo. Lo hacen con la iluminación especial de las calles, establecimientos y casas; anunciando los alimentos típicos de estas fechas y, cómo no, los artículos de regalo; ofreciendo viajes y alojamientos para descansar en lugares de ensueño con la familia…
Caminando a diario por esta realidad… ¿Se facilita la meditación sobre el acontecimiento histórico del pesebre o el deseo de comer, beber y divertirnos?
Debería ilusionarnos CAMBIAR de comportamiento y no perder la ESPERANZA de lograrlo para no continuar HACIENDO lo de siempre, ESPERAR a que otros nos arreglen nuestros problemas.
Ante esta evidencia… ¿Qué debemos hacer?
AYUDAR en nuestro entorno social, político y religioso para que, con nuestro empuje, todo cambie y mejore.
Ser JUSTOS e INCONFORMISTAS al REVISAR lo personal y lo ajeno con la finalidad de DESCUBRIR lo irregular y DENUNCIARLO, así se podría MODIFICAR la actuación general, comenzando por nosotros.
Comportarnos así sería por amor a los demás, lo que Jesús desea, nos pide y espera que hagamos. Si este sentimiento sincero está presente en nuestros actos la unión entre todos será una realidad y entonces, si hacemos con quienes más necesitados están aquello que el Señor nos enseñó, cuando vuelva se sentirá feliz y nos acogerá.