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domingo, 31 de agosto de 2025
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2 comentarios:

Paco Echevarría at: 31 agosto, 2025 17:59 dijo...

VALOR Y SENSATEZ (Lc 14,25-33)

Al contrario de lo que suele hacerse, Jesús no habla a quienes le siguen de las ventajas, sino de los inconvenientes del seguimiento. Es consciente de que muchos de sus acompañantes no saben realmente dónde se están metiendo. Sus palabras suenan a exageración y máxima exigencia: no puede ser discípulo suyo quien no pospone lo más querido de este mundo. Quien se vincula a Jesús no puede tener otras ataduras. Él tiene que ser lo primero. Es verdad que no dice que haya que abandonar a la familia. Pero deja claro que hay que estar dispuesto a hacerlo.

El mundo en el que vivimos es un mundo de arreglos, pactos y compromisos. Lo cual no tiene por qué ser malo, siempre que no exija renunciar a los propios principios. Irenismo se llama eso de transigir en aras de la tranquilidad. Significa paz falsa y, tarde o temprano, como todo lo falso, se quiebra. Pero tal vez, hoy día, el problema peor no sea que se dejen de lado los propios principios –lo cual supone que se tienen–, sino no tener principios. La cultura actual ha hecho de la utilidad uno de los valores fundamentales y no parece que entren en esa categoría los valores éticos y morales que son la fuente de la que brotan los principios que luego se concretan en normas de conducta. Hoy muchos van a lo que salga. Actúan en cada momento según se les antoja, según su conveniencia, beneficio o disfrute, sin importarle las consecuencias que de ello se deriven para sí o para los demás.

En este contexto, las palabras exigentes y radicales de Jesús suenan a exageración. Pero ¿no ocurre con harta frecuencia que reaccionamos de la misma manera cada vez que alguien hace una opción que compromete radicalmente su vida? Cada vez que alguien abraza la vida religiosa o contrae matrimonio o forma una familia numerosa aparece el chistoso de turno que expresa en voz alta lo que muchos piensan en voz baja: que es una barbaridad en estos tiempos asumir compromisos semejantes. Olvida la sociedad pragmática y utilitarista que los grandes hombres lo son gracias a sus grandes decisiones. La falta de compromiso y de decisión sólo crea espíritus mediocres.

Esto no quiere decir que una gran decisión no deba ser sopesada. Sería insensatez y grave error decidir sin medir las propias fuerzas. Por eso Jesús, después de exigir renuncia a todo, invita a pensar en la propia capacidad. Es una necedad empezar a construir una casa sin tener los medios necesarios o emprender una guerra sin conocer el poder del enemigo. Los lanzados terminan o haciendo el ridículo o derrotados. A quienes le siguen, Jesús pide renuncia y prudencia porque la recta conducta se edifica sobre la reflexión y el valor. No todos tienen capacidad para cargar con la cruz y subir con el Nazareno hasta el calvario. Muchos sólo pueden mirar y lamentarse. Quienes se sientan llamados y capaces pueden considerarse unos elegidos. Pero la elección, más que un honor, es una carga.

Francisco Echevarría

Paco Pérez at: 02 septiembre, 2025 19:54 dijo...

SEGUIR A JESÚS… ¿CÓMO?
Dios estableció para la Creación un plan regido por unas leyes inmutables que le darían equilibrio porque cada elemento cumpliría con su cometido.
Pasan los años, las personas evolucionan, se alejan de Él y se atreven a quitar o poner elementos en su obra… ¿La perfeccionan así? ¿Desajustan el orden? ¿Podría estar ahí la causa de las catástrofes que nos azotan?
Puede que los avances hayan regalado a la sociedad una convivencia lamentable pues ha aumentado la desigualdad y ha hecho que cada día el platillo del poder desmedido, la injusticia, la ambición, la riqueza… esté más arriba y el de la indefensión, el hambre, el llanto, el sufrimiento… cada vez más abajo.
Antes, la sabiduría que venía de Dios por mediación de los profetas ayudaba a convivir pero la humana sólo genera ambición, injusticia, destrucción y sufrimiento.
Vino Jesús y les mostró el verdadero camino al decirles con crudeza qué debían hacer aquellos que tomaran la decisión de seguirle, posponer la familia y cargar con su cruz… ¿Hay que entender sus palabras tal cual?
Como las condiciones propuestas eran duras les aconsejó que, antes de tomar decisiones, calcularan bien los elementos que intervienen en la resolución de los temas y que después meditaran bien la decisión, así evitarían que más adelante aparecieran problemas que les impidieran acabar el proyecto.
Para que entendieran sus propuestas y consejos les mostró el camino con unos ejemplos tomados de la vida.
Pablo, practicando el camino de la evangelización hasta el final, nos muestra unos hechos y su respuesta para arreglar el problema: Un señor tuvo un esclavo y éste un día le robó y huyó.
Él los conoció evangelizando y escribió al señor para que acogiera al esclavo, lo hizo apelando a los sentimientos cristianos que abrazaron ambos y le aconsejó perdonarle los errores y tratarlo como a un hermano.
Hoy también tenemos esta problemática social y él nos enseña que no se soluciona con las prácticas opresoras que sólo causan dolor, desigualdad y aislamiento sino tratándolos como hermanos.