Mt 25,31-46: EL EXAMEN FINAL.
Descargar 34º Domingo Ordinario - A.Juan García Muñoz.
Estas hojillas, que podéis bajaros, nacieron en la Parroquia de San Pablo (Fuentepiña, barriada obrera de Huelva) y la siguen varios grupos desde hace años en su reflexión semanal. Queremos ofrecerlas desde la sencillez y el compromiso de seguir a Jesús de Nazaret.
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Nuestro rey es alguien que se identifica con los últimos: los que tienen hambre y sed, los forasteros y desnudos, los enfermos y presos. Los más desvalidos y necesitados de alimento,aliento y compañía,acogida y abrigo, atención y cuidados, cariño generoso y desinteresado. Por eso los que formamos parte de su reino estamos llamados a buscar y reconocer su rostro en todos ellos, a hacer el bien a los más necesitados de entre nosotros.
Nos codeamos a diario con personas que sufren de hambre y sed, y no solo por falta de comida o agua: con gente que se siente extraña y desamparada en su misma casa, o desnuda, enferma o presa bajo una fachada autosuficiente y todopoderosa. En todos ellos se encuentra nuestro rey. Y cada vez que los ignoramos somos indiferentes con Él, le despreciamos y olvidamos, le rechazamos y dejamos a un lado con su hambre y su sed, su soledad y desnudez, su enfermedad y falta de libertad.
No hace falta ir muy lejos a buscarlos. Si somos sinceros con nosotros mismos reconocemos en nuestro interior el hambre, la sed, la enfermedad y desnudez, la falta de libertad que padecemos, y que necesitamos el amor y la ternura de los demás; la compasión y misericordia del Señor las tenemos aseguradas. Que no nos falten entonces unos ojos y unas manos, unos labios y unos brazos a nuestro lado que sepan reflejarlas.
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