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Estas hojillas, que podéis bajaros, nacieron en la Parroquia de San Pablo (Fuentepiña, barriada obrera de Huelva) y la siguen varios grupos desde hace años en su reflexión semanal. Queremos ofrecerlas desde la sencillez y el compromiso de seguir a Jesús de Nazaret.
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1 comentarios:
Preciosa la hojilla para esta Nochebuena, ¿verdad?.
Es cierto que este año 2020, que todos estamos deseando, como pocas veces, dejar atrás, nos ha hecho sentirnos como “pueblo que camina en las tinieblas”, que habita “en tierra y sombras de muerte”. Y necesitamos, como nunca, que lleguen la luz y el gozo, la liberación.
Esta noche bendita se nos invita a encontrar todo ello en “un niño que nos ha nacido, un hijo que se nos ha dado”. Y, como tan bien nos recuerda Juan en la hojilla, aquellos tiempos no eran, para nadie, más fáciles que los nuestros. Sus tinieblas no eran más claras, ni su muerte más dulce. Encontrar el camino, la verdad y la vida era entonces tan acuciante como ahora.
Pablo recuerda a Tito que se ha manifestado la gracia de Dios. Y ese es aún hoy nuestro testimonio más valioso para nuestros hermanos, los de cerca y los de lejos. Somos un pueblo propiedad de Jesucristo, llamado a la dedicación por entero a las buenas obras. Obras de misericordia.
Buena noche esta, la mejor, para una contemplación amorosa del evangelio; sosegada, tranquila. Para detener nuestra mirada, la del niño que aún vive en nuestro interior, en José, en María, el pesebre, los pastores… en el Niño en brazos de su madre que acaba de llegar.
A lo mejor esta pandemia, que tanto ha cambiado nuestros planes este año, nos mueve a pararnos, más despacio, más conscientemente, en lo esencial de la Navidad; y encontramos, aún mejor que otros años, la luz y la alegría.
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