1ADVIENTO-B

sábado, 25 de noviembre de 2023
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3 comentarios:

juan antonio at: 28 noviembre, 2023 08:27 dijo...


1º Dm de Adviento – B – 3.12.23

Empezamos un nuevo año litúrgico y tenemos que tomarlo con animo de crecer en nuestro encuentro con el Señor, conmemorando su venida y esperando su plenitud final.

Es tiempo de espera y esperanza, es tiempo de estar alerta, vigilante, actitud constante de todo seguidor de Jesús, no solo ahora sino siempre, no podemos estar dormido ni amodorrado, como decíamos domingos atrás, sino con fe activa trabajar por el Reinado de Dios.

Es tiempo de Adviento, tiempo de preparación, de limpiar la casa -como dice la hoja- de ver, repasar, reflexionar sobre nuestra vida, ver qué asignaturas tenemos pendientes, que nos sobra, que nos falta, pues en el camino de todo un año ¡cuanto barro se nos habrá quedado en los pies y en el corazón!

Es un tiempo fuerte de reflexión, meditación, pero por que no, sin olvidar la alegría
que debe envolver la vida de los seguidores de Jesús, - cuando ayunes….perfumate – pues eso, con esa normalidad tomemos este tiempo, sin prisa pero sin pausa, con normalidad pero sin dormirnos como nos alerta Jesús.

Y con las lecturas de hoy empecemos gozosos el Adviento, Dios es nuestro Padre, nos dice Isaias, Jesús nos mantendrá firmes hasta el encuentro final como nos dice S. Pablo, avivemos nuestra confianza, celebremos que estamos en sus manos y atentos a su Palabra y Vida y lo vivamos en la universalidad de los hijos de Dios, no somos privilegiados, “lo que os digo a vosotros, lo digo para todos, velad”, nos dice el evangelio.

La Navidad la celebra todo el mundo, no sé qué Navidad, pero vemos que el mundo entero se llena de luces y estrellas y algunos no olvidan un portal, por algo será, la humanidad celebra que un día empezó a cumplirse los designios de Dios en la tierra, muchos ni creen pero celebran y se desean felicidad: algo pasa cada año por nuestras vidas y ese algo es el gran misterio de Dios hecho hombre para la humanidad, lo demás nos lo dirá con el tiempo…… el tiempo se ha cumplido….(Mc,1,15): os traigo el Reinado de mi Padre, la fraternidad humana, el amor…… y nada más que amor y S. Pablo se atreve a decir que no debamos a nadie otra cosa, que amor, darnos…

Pero ese amor se tiene que notar, sino que vida llevamos?, hemos ocultado la luz, hemos escondido su rostro?

“danos vida para que invoquemos tu nombre” dice el salmista, danos Vida para que demos Vida, danos tu Vida.

“””….poneos derechos y alzad la cabeza porque está cerca vuestra liberación” nos dice Jesús en el evangelio de Lucas (Lc 21,28) cuando trata sobre los días finales, la venida de la plenitud de la Vida que ahora empieza.

Gracias, Señor, por todo.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, enseñanos a esperar, a tener esperanza, a gritar ¡MARANATHA!

Maite at: 29 noviembre, 2023 12:36 dijo...

Comenzamos el tiempo de Adviento, tiempo maravilloso de espera. Y el evangelio nos ofrece, un año más, esa palabra clave que utiliza Jesús para dar color y calor a la espera: hay que velar, y la forma de hacerlo teñirá de esperanza todo este tiempo, siempre corto y denso, comprimido y como apisonado por tanto reclamo navideño que nos hace el consumismo ambiental antes de tiempo.

Pablo, en su Carta a los Corintios, añade pasión a nuestra espera. Si algo da fe de la calidad de alguien es lo que aguarda con fidelidad y constancia. Pablo reconoce a los corintios que no carecen de ningún don, ellos, que aguardan “la manifestación de nuestro Señor Jesucristo”. Y les asegura, por ello, la fidelidad de Dios, que es fiel y los ha llamado a participar de la vida de su Hijo. Por eso, los mantendrá firmes “hasta el final”; sin fisuras.

El salmista llama y aguarda la venida del Dios pastor, labrador. El que, en un primer momento, parece venir desde arriba, desde lejos, y después se manifiesta desde lo más íntimo del ser humano, donde en verdad mora.

Isaías pone una pincelada de poesía y ternura al pórtico del Adviento, y nos recuerda que, por muy grande que sea nuestro anhelo ante la llegada de Dios, es él quien sale a nuestro encuentro; es él quien ya estaba ahí, en nuestro origen, desde el principio mismo de nuestro deseo.





Paco Pérez at: 30 noviembre, 2023 19:49 dijo...

ADVIENTO I. ESPERAR A JESÚS VIGILANTES
Jesús nos aconseja cómo debemos responder ante los retos que la vida nos propone a diario y lo hace presentando a un señor que se marchó de viaje. En este ejemplo nos enseña a confiar en los demás cuando nos tenemos que ausentar, un encargado lo sustituyó en las responsabilidades que él tenía como propietario. Éste transmitió a los trabajadores el encargo recibido, les pidió que fueran responsables y que no se confiaran pues el Señor no le comunicó qué día regresaría pero sí le dijo que al hacerlo valoraría el esfuerzo de cada uno. Así los animó a estar vigilantes en el trabajo y a no perder la esperanza de ser premiados.
A nosotros también se nos aconseja estar vigilantes y tener esperanza pero si nos limitamos a esperar que ÉL actúe y, mientras llega ese momento, no empujamos para que el mundo arregle sus rotos pues creo que será difícil cambiar lo que no funciona en el modelo actual.
¿Qué debemos hacer?
Informarnos de manera permanente sobre el funcionamiento de nuestro entorno social, político y religioso para conseguir que sus influencias en la familia, el pueblo y la patria las mejoren y no las empobrezcan o arruinen. Así podremos corregir a tiempo, en la medida de nuestras posibilidades, los deterioros que intenten hacernos.
¿Cómo?
Mostrándonos justos e inconformistas al desarrollar nuestra acción permanente de revisión sobre lo personal, lo ajeno y lo público para poder descubrir y denunciar lo irregular, de hacerlo así se podría modificar la actuación general, incluida la nuestra.
¿Por qué hago esta propuesta?
Porque me enseñan las lecturas que mirando al pasado se comprueba que el entorno social, con las variantes que nos regala el paso de los años, siempre estuvo afectado por las mismas problemáticas: Malos dirigentes –políticos y religiosos-, poco o nulo respeto de las normas que les dio el Señor, rechazo de sus advertencias, poca o nula ayuda a los pobres y marginados sociales…
Pablo nos recuerda que el Señor nos regaló unos dones para que pudiéramos seguir desarrollando la propuesta de Jesús y así, el día de su regreso, podremos presentar los deberes bien hechos.